La noche del martes fue una inesperada experiencia lúdica ambivalente. Inesperada porque ese día se suponía que no íbamos a jugar, y ambivalente porque los dos juegos que echamos nos infundieron sensaciones muy diferentes y contrastadas. Helos aquí:
1) Eclipse:
El juego megahypeado de la temporada, el que escaló posiciones en la sagrada BGG como salmones contracorriente, el juego que más pasiones y gasto monetario causa en la actualidad, en definitiva un juego que no deja indiferente y que invita al testeo, a la temática (casi abstracta), al regocijo y a la impotencia.
La disposición final, tras nueve turnos frustrantes |
Lo habíamos probado en Jerez hacía poquitas semanas, pero no conseguimos terminar la partida por falta de tiempo. Desde entonces, lo probamos a tres hace poco (con El Hetero y con la robopilingui) y la otra noche a dos (quería comprobar la escalabilidad del juego a diferente número de jugadores), y aunque es poco para tener una opinión firme del juego, sí es suficiente como para manifestar unas breves impresiones.
Aún no entiendo el revuelo que formó el jueguito teniendo en cuenta que aporta muy poco de nuevo a la escena lúdica. Y no estoy seguro aún de que todas sus mecánicas estén tan bien engrasadas y se acoplen tan bien como para que su fama se deba a eso (a pesar de su falta de originalidad). Lo que sí está claro es que se trata de un juego que no ha dejado indiferente y supongo que ayudó el hecho de que cubría un nicho supuestamente vacío en lo que respecta a los juegos de batalla espacial (lo cual no creo).
Lo definen como un intento de europeizar el TI3, juego que desafortunadamente no he logrado que nadie me lo enseñe aún (espero que algún alma caritativa se haga eco y me lo ponga delante de las narices en breve). La verdad es que un rato euro sí es, ya que gran parte del juego consiste en gestionar los recursos que te van saliendo, con objeto de crecer, adquirir estructuras o unidades que te hagan más fuerte y poder atacar así a extraterrestres en decadencia y a otros jugadores (lo cual es el punto fuerte, creo yo). Tiene un tablero personal que encantará a muchos eurogamers que disfrutan buscando la opción más adecuada de entre varias, intentando a la vez ser equilibrado en cuanto a los parámetros a desarrollar (fuerza militar, capacidad económica, acúmulo de abstractos puntos de victoria, etc). Para mí, que actualmente busco juegos que potencien la interacción y que a su vez te obliguen a pensar, parecía el juego ideal. Pero no estoy seguro de que le eche muchas más partidas.
Mi tablero personal, al final |
Los inconvenientes que le he visto yo y los que lo han probado conmigo (subjetivamente, claro, y con sólo dos partidas, recuerdo):
-Gran azar: puede parecer que jugamos mal en estas dos ocasiones, pero no sé, nos dio la impresión de que la exploración era tremendamente aleatoria y muy condicionante; te pueden salir mogollón de losetas con extraterrestres que no te dejan crecer si decides no descartarlos (a mí me tocaron en 7 exploraciones iniciales 5 losetas con ancients, lo cual no me permitió desarrollarme lo suficientemente rápido como para hacerles frente llegado el momento); también hay azar en la salida de tecnologías, que puede acrecentarse si juegan pocos jugadores; finalmente, hay azar en el robo de losetas de prestigio, pero en este caso lo veo menos, puesto que si guerreas a saco, robarás más losetas y las probabilidades de conseguir los valores más altos aumentan; lo de las losetas quizá se pudiera arreglar estableciendo algún tipo de homerule en la cual se pongan boca arriba un número de ellas y los jugadores vayan eligiéndolas por orden de turno de acción y según sus intereses, no sé...
-Excesivamente corto: en Jerez lo jugamos a 5 y fue infernalmente largo, pero en casa, a dos y tres jugadores, nos pareció muy muy rápido, tanto que cuando se estaba poniendo emocionante se acabó; me imagino que a más jugadores se resuelve el problema, aunque espero que no a costa de aumentar el downtime ese (pues el A/P puede ser brutal a 5 ó 6 individuos); quizá si tuviera más o menos turnos dependiendo del número de jugadores se corregiría este problema.
-Escasa originalidad: últimamente me he puesto pesado con este asunto, y con este juego en concreto, pero reconozco que sólo es cabezonería: me recuerda demasiado a Galactic Emperor y, salvando las distancias, no entiendo cómo este Eclipse ha sido tan comprado y aquél relegado al olvido; para mí Eclipse es un Galactic Emperor muy vitaminado y con más opciones, pero me da casi las mismas sensaciones (aunque tenga mecánicas muy diferentes).
-Excesivamente corto: en Jerez lo jugamos a 5 y fue infernalmente largo, pero en casa, a dos y tres jugadores, nos pareció muy muy rápido, tanto que cuando se estaba poniendo emocionante se acabó; me imagino que a más jugadores se resuelve el problema, aunque espero que no a costa de aumentar el downtime ese (pues el A/P puede ser brutal a 5 ó 6 individuos); quizá si tuviera más o menos turnos dependiendo del número de jugadores se corregiría este problema.
-Escasa originalidad: últimamente me he puesto pesado con este asunto, y con este juego en concreto, pero reconozco que sólo es cabezonería: me recuerda demasiado a Galactic Emperor y, salvando las distancias, no entiendo cómo este Eclipse ha sido tan comprado y aquél relegado al olvido; para mí Eclipse es un Galactic Emperor muy vitaminado y con más opciones, pero me da casi las mismas sensaciones (aunque tenga mecánicas muy diferentes).
En realidad, a pesar de las quejas, el juego está muy bien y espero que con futuras partidas corrija mi idea inicial y le dé el reconocimiento que merece, pero por ahora creo que mi entusiasmo inicial al probarlo en Jerez desgraciadamente ha bajado un poco. Es el típico juego que quieres que te guste, que desearías que funcionara tan bien como otros. Ya veremos.
2) Imperial:
Tras la pequeña decepción del anterior juego, y como nos llevó hora y cuarto ventilarlo, decidimos probar este juego a dos, para comprobar su escalabilidad también. Y afortunadamente, a diferencia del anterior, este sí funcionó perfectamente y generó tremendas sensaciones de desarrollo, control de los diferentes países, emociones fuertes a la hora de mover tropas, impresiones malignas al esquilmar los países, etc.
La disposición global al finalizar el juego |
Me sigue pareciendo uno de los mejores juegos de mi colección, principalmente por originalidad, escalabilidad y por su acertada mezcla de mecánicas abstractas y otras (al menos para mí) furiosamente temáticas. Este emulador de la realidad político-económica del mundo en el que vivimos siempre me ha apetecido probar, una y otra vez, para explorar nuevas posibilidades y estrategias.
Para el que no lo conozca, básicamente se trata de un juego económico en el que un grupo de inversores (los jugadores) compiten por tomar el control de los gobiernos de las seis potencial participantes ya que ello les permite decidir qué van a hacer esos paises cuando le llega el turno a cada uno (por tanto, la ronda es un turno para cada país, en orden, y no para cada jugador). Así, cada país puede hacer, entre otras cosas: construir fábricas, producir tropas y flotas, importar ejércitos, pagar intereses a sus inversores, recolectar impuestos, etc. Las fascinantes implicaciones estratégicas que supone llevan a los inversores a manipular la historia de los países que controlan y, por ejemplo, esperar a que otro jugador haga crecer un país para luego arrebatarle su gobierno (comprando más bonos de los que él posee) para quizá atacar otro país que él controla o para cobrar unos suculentos interesen que aunque lleven a esa potencia casi a la bancarrota le enriquecerá sustancialmente.
Los bonos del inversor perdedor al final del juego |
El juego tiene, por tanto, muchas opciones interesantes, como por ejemplo, la posibilidad de arrebatar a un competidor el único país que le queda y dejarlo sin jugar un buen rato (hasta que pueda volver a tomar el control de algún gobierno y por tanto seguir tomando decisiones en el juego), aunque nada de ello le impida a priori ganar aunque se quede así hasta el final del juego (siempre que siga comprando bonos de los buenos). Al final gana aquel inversor que cobre en intereses de los bonos que posee más dinero que los demás.
La conclusión a la que llegamos tras estas dos partidas improvisadas fue muy curiosa. Gustándonos quizá más la premisa de Eclipse (guerra espacial, crecimiento de tu civilización, gestión de recursos apetitosamente compleja), tras disfrutar enormemente ese Imperial concluimos que quizá éste era un juego más redondo y bien acabado, mucho más pulido, más grande, menos azaroso, con más posibilidades. Pero ya digo que sólo fue una impresión inicial y que quizá aquél se merezca más partidas y probar más cosas (incluso homerules que aminoren ese azar), y que no puede ser juzgado tan a la ligera. Habrá que seguir indagando.
¿Diseñará alguien un juego con las mecánicas de Imperial pero en modo Space Opera? ¿Existirá ya? Qué pena ser tan novato en esto...
Buena crónica.
ResponderEliminarMe ha parecido tremendamente interesante los comentarios sobre el Eclipse, y es que creo que antes de estrenarlo es bueno leer cosas negativas, para bajar un poco las enormes expectativas que todos los que no lo hemos estrenado tenemos.
Creo que esa expectativa es el peor enemigo d eun juego nuevo. Por eso luego todos tenemos favoritos que lo son por descubrirlos sin conocerlos, y la falta de hype ayuda a que te guste y lo aprecies más.
Precisamente por eso disfruto muchísimo más con los desconocidos que me resultan buenos y curiosos. Y que conste que ya digo que Eclipse no es ni malo ni tiene fallos importantes; es sólo que a la hora de meterle mano hay que tener en cuenta que no aporta nada especialmente novedoso y que hay que saber torear bien el azar para que no te decepcione (como le ha pasado a algunos).
EliminarBueno, a mi Eclipse me parece un buen juego con posibilidades. Ya que me encanta Ascending Empires me parece lógico que también me guste Eclipse porque tienen cosas muy parecidas. A mi lo de azar no me parece mal ya que es un factor que me encanta en los juegos (Ja!) y solo pondría de Home Rule elevar el número de turnos para que no se hiciera tan corto. Lo de las losetas está bien, prefiero la sorpresa a lo planificado. Aunque en cuanto a losetas también se acaban muy pronto por el sistema de ordenarlas en tres categorias...
ResponderEliminarA mí también me gusta cierto azar en los juegos, pero no en un juego de estrategia que se supone que depende más de tus decisiones que de lo que salga aleatorio (que puede frenar tu estrategia). Cuando no hay nada de azar, suele mejorar la experiencia de juego porque consigues tus propósitos con el único mérito de tu plan a seguir. Imperial es un ejemplo de esto.
EliminarYo de momento seguiré con el Galactic Emperor, que le debo ya un par de partidas buenas y cuando me canse me plantearé comprarme el eclipse. En cuanto al Imperial, mi experiencia de juego con el fue tan mala que dudo que lo vuelva a jugar. Un saludo
ResponderEliminarA mí también me dan ganas de aparcar el Eclipse y retomar el Galactic Emperor. De hecho, el próximo que quiero enseñar a mi hermano es éste último, para que compare. Su pulcritud y mayor estartegia (creo yo) marca una diferencia, aunque ya me han comentado por ahí que el Galactic Emperor es un mojón comparado con Eclipse...
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