lunes, 1 de julio de 2013

Estrenos Primaverales (IV)

Seguimos con nuestros estrenos primaverales, los que he logrado hacer en estas semanas previas (se acabó la primavera ya, lo cual sentimos, y mucho, los habitantes de la sartén andaluza). Desgraciadamente, muchas decepciones ha habido esta vez, o al menos las decepciones han pesado desgraciadamente más que las alegrias en otros. Todo ello se debe a que en ocasiones, para no vender un juego sin probarlo, hago el esfuerzo de estrenarlo para no ser carcomido posteriormente por la barroca idea de haber vendido una joya en el fango, y no fango simplemente... 



1) WILDERNESS:
Este fue uno de los decepcionantes. Cuando las reglas son tan sencillas que te permiten prácticamente empezar a jugar con tan sólo una lectura, la cosa me da mala espina. No pretende ser un euro, ciertamente, y la fama de azaroso y temático ya la tenía encima. Pero el azar es tal que no tienes control en absoluto sobre casi nada de lo que acontece a lo largo del juego. Vas moviéndote por el tablero hexagonal (en base a unos puntos de movimiento que emanan de tu tablero personal de registro de sed, energía y hambre) y vas encajando como puedes los eventazos que van saliendo, tanto por parte del motor del juego como por la de los demás jugadores, que tienen que decidir si usar sus cartas por la parte que les beneficia a ellos (la parte de arriba de su texto de reglas, de dos que hay) o si usar la parte que perjudica, lanzándole el evento en cuestión a otro. Obviamente, casi siempre se elige joder al prójimo (es más latino y auténtico). El juego puede ser divertido, no obstante, dependiendo del grupo y de las ganas que se tengan de algo así, pero como no me entusiasmó esa ausencia absoluta de control y además tengo muchos juegos mejores, decidí regalárselo sobre la marcha la pareja no jugona con la que estaba estrenándolo. Ese acto me satisfizo más que la experiencia del juego en sí. Porque como a los novatos suele encantarles el azar (porque de ese modo tienen las mismas opciones de ganar) pues todos cvontentos...



2) CAROLUS MAGNUS:
Tras la cagada del anterior juego, echamos este Carolus, que sólo logro jugar una vez al año o menos. Muchas veces me dan ganas de venderlo, pero luego me acuerdo de la cantidad de cubitos que trae y de lo chulo que está (una de las joyas de cualquier colección) y se me quitan completamente esas ganas. Mayorías y algo de caos; qué mezcla más perfecta y sugerente en un juego tan mecánico y fluido.



3) AUTOKRATOR:
Otro de los chascos de estas últimas semanas ha sido este juego que, a pesar de su confrontación total desde el minuto uno y a su sencillez atractiva de reglas, la realidad dista mucho de lo que me había imaginado al oír hablar de él en BGG. Lo ponían como un juego de combate sin nada de azar (no hay dados, ni determinismo, sino una mecánica de cartas algo incontrolable aparentemente). La ausencia de azar lo contrarresta el juego con el caos. No obstante, la premisa es buena y podría funcionar con otro tipo de combate quizá, que este de las cartas no nos resultó ni que funcionara ni que fuera especialmente interesante. Parece que han querido hacer algo rebuscado y original, y les ha salido en cambio algo demasiado raro y poco atractivo. Quizá merezca una segunda oportunidad, pero desgraciadamente yo no se la voy a dar (demasiados juegos en la cola de a estrenar).



4) GIZA: THE GREAT PYRAMID:
Dentro de las pocas alegrías de los últimos estrenos se encuentra este original juego de peso medio, bastante original para mi sorpresa, y emocionante como pocos euros he disfrutado este año. Tiene una mecánica principal de colocación de trabajadores, según la cual éstos pueden quedarse todo el tiempo donde los mandemos, o pueden ir cambiando de sitio según nuestras necesidades (se colocan todos en el setup, y a lo largo del juego la colocación es en realidad una redistribución). El objetivo del juego (la parte temática, que la tiene, y bastante más coherente y sabrosa que muchos otros euros) es construir entre todos la Gran Pirámide de Giza, alimentando para ello nuestros obreros para que transporten las piedras, consigan alimento, recen, fabriquen objetos decorativos, eleven las piedras a su nivel correspondiente, etc. El movimiento de las piedras utiliza una mecánica parecida a una subasta, en la que todo el mundo que tenga trabajadores ne la piedra escogida ofrece una determinada cantidad de comida, y si entre todos se llega al mínimo exigido, la piedra se mueve, y si no, no. Duración adecuada para un pequeño exprimecerebros agradablemente temático y barato de encontrar en el mercado. Curioso, si te gusta lo curioso, claro.



5) EBBE & FLUT:
Y este es otra pequeña obra maestra de los juegos ligeros para dos. Me gusta porque en realidad no se compite realmente: el juego emula con su original mecánica el movimiento de la marea sobre la playa (unas cartas se desplazarán para arriba, simulando el agua, y otras se mueven para abajo, emulando la tierra, en una lucha constante por ganar terreno al otro elemento), y el objetivo es sencillamente estar atento e intentar que nuestro elemento llegue al otro extremo del diagrama virtual que supone el tablero de cartas. Para ello, las cartas poseen dos grafos: una letra de la A a la E, y un número del 1 al 5. Cuando vamos sacando cartas (una por turno, y desde un rincón del tablero), estas no pueden permanecer en la misma fila y columna que otra de las tuyas que contenga un mismo número y/o letra, de tal suerte que si se produce esa duplicidad (o varias) hay un modo de romper esa simetría desplazando la carta que quiera sen base a unas reglas, hasta que deja de haber coincidencias. Este movimiento de cartas emula la subida y bajada de la marea. Un juego entretenido, excelente, original y agradable de jugar. Para repetir de vez en cuando.


3 comentarios:

  1. El Ebbe & Flut me encantó cuando me lo enseñaste.

    De los demás sólo he probado el Carolus, que me parece un juego un poco mierder. Todas las partidas que he echado al final se han decidido por las últimas tiradas de dados, que le daban a uno u otro la mayoría en el color clave de la partida...

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    1. +1 en lo q dise Lethan del Carolus. Y eso que tú ya sabes que adoro a Colovini, pero curiosamente el Carolus (que musha gente dice que es su obra maestra) como que ni fu ni fa.

      Qué te gustan las raciones de juegos rarillos eh :P

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    2. El Carolus tiene ese efecto, desgraciadamente. Menos mal que tiene más juegos que os gustan, jeje.

      El Giza está muy bien; tengo ganas de enseñároslo, pa que veáis que no es un juego raro de esos que sólo me gustan a mí. Es que como el mundo de los juegos es mainstream (como todo en esta vida) al no estar diseñado por Feld no lo conoce ni su puta madre :(

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