El domingo quedamos en casa de Decanox. La idea era juntarnos unos cuatro o seis jugones para echar bien un "Arkham Horror" o un "Battlestar Galactica". Tenía ganas de echar esta sesión porque estas últimas semanas, aprovechando la reciente adición de Decanox al grupo (o la de nosotros al suyo, que también se puede entender así), estoy valorando si los juegos temáticos me interesan tanto como creía o no. Ya jugamos hace unas dos semanas a "Runewars", con un excelente resultado tanto de expectativas satisfechas como de compenetración del grupo (era tan sólo la segunda vez que nos reuníamos). Sin embargo, creo que los juegos temáticos, o fantásticos, o "ameritrashers" o como queramos llamarlos, no terminan de convencerme. Y ayer, durante la partida de "Arkham Horror", descubrí por qué (bueno, lo descubrí viniendo a casa en coche). El juego está muy bien, es muy temático, con cantidad de ambientación, cartas con textos cahondos, personajes graciosos, raros y contradictorios, tiene muchos objetos, pistas que conseguir, mundos que visitar, etc. Pero a mí no me terminar de llenar el jugarlo. Y creo que sé por qué. El caso es que me pasó lo mismo la vez que lo estrené en mi tierra natal con el Sr Smith: reconocí igualmente que el juego está chulo, pero no logra engancharme. El motivo es que durante toda la partida más o menos tenía claro lo que hacer, no había dudas sobre cómo salir de una situación o cómo resolver un problema. Y no es que me supiera al dedillo las reglas. La cuestión es que como no me obligó a pensar durante toda la partida (ni prácticamente en ningún momento) no me supuso un reto ni me emocionó la posibilidad de resolver ningún puzzle. Y creo que estoy demasiado acostumbrado a los eurogames con sus mecánicas depuradas y sus situacines angustiosas en las que no sabes qué has de hacer ni en qué orden. Me pasó por ejemplo en "Le Havre": en cierto momento de la partida estaba angustiado porque no sabía qué elegir, ni siquiera entre qué caminos optar. Me sabía más o menos las reglas, pero no estaba claro en absoluto cuál era la opción adecuada (ni siquiera a corto plazo). Y es eso lo que me gustó del juego. La prueba de que iba bien encaminado al pensar que eso es lo que me gustaba es que esa partida la gané. Y el "Arkham" no me produjo esas senciones, ni mínimamente. Está muy bien, sin duda, y con la gente adecuada seguro que funciona como ha de funcionar: como una película de terror. Es sólo que a mí no me emociona...
Por poner un ejemplo más de lo que a mí me gusta, esa mañana quedé con Darko en su casa para echar un par de partidas y comer, y echamos un "Gipf", u "Abalone" y un "Roll Through the Ages". El tercero fue bastante pésimo, la verdad. Demasiado simple y parecido al "D-Day Dice", sin ninguna emoción ni reglas decentes ni nada de nada (menos mal que era un P&P). El "Gipf" triunfó, como el día anterior con la Robopilingui. Y el "Abalone" me gustó bastante (cada vez me gustan más los abstractos, por lo que veo). Pues a pesar de lo desigual de los juegos, esta sesión creo que me gustó más, a pesar de su corta duración. Y creo que fue sencillamente porque esos juegos me hicieron pensar y suponían un auténtico y emocionante reto. Si será que para que yo disfrute al "Arkham" deba estar borracho...
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