Festival de Juegos de Córdoba (y II)

Tras un miniviaje playero (el último chapuzón del año, por cierto, creo yo) me digno a terminar la reseña que inicié el otro día, para comentar lo que allí tuve la oportunidad de probar y lo que nos pareció a los que lo probamos:

1) Fearsome Floors:

Uno de los menos conocidos juegos de Friedemann Friese, de hace ya unos añitos. Cuando Antonio, de la Asociación, nos explicó amablemente las reglas, nos sonreímos porque la cosa

Foto de BGG

prometía. La premisa es bastante cachonda, la figura del monstruo (hecha a trozos diferentes cada vez, lo que aumenta la rejugabilidad visual, jeje) es divertida, en fin, todo pintaba bien. Pero a medida que lo íbamos jugando vimos claramente que algo fallaba. El juego es sencillamente aburrido. A más no poder. Y no es que mis acompañantes y yo fuéramos muy exigentes, sino que el juego parece que es más familiar si cabe de lo que aparenta y apenas provoca alguna risa aislada. Llegó un momento en el que deseábamos que aquello se acabara. Recuerdo que me gustó más el ambiente que nos rodeaba (jugábamos junto con decenas de personas en una tibia noche de sábado, en torno a medianoche, al aire libre) que el juego en sí. Por tanto, no puedo recomendarlo. Una pena, porque tenía muchas ganas de ver de qué iba (menos mal que no lo compré).

2) Hanabi:

Juego revelación del Festival para nosotros. Sencillísimo de jugar, aunque con cierta tendencia hacia la trampa, el juego no tiene más pretensión que la de entretener y provocar unas risas. Nuestra máxima puntuación fue un 20 (¡excelente, los espectadores están satisfechos!). Nos pareció tan fresco y divertido que los tres nos compramos una copia que Bauza nos autografió al

día siguiente. Para nuestra sorpresa posterior, es un juego incomprendido que tanto gusta a unos como repugna a otros (por encontrarlo aburrido y sin sentido). Quizá es que no se ha jugado con las reglas adecuadamente, o quizá con demasiada trampa. O sencillamente es un filler para rellenar 15 minutos. Yo, por mi parte, lo recomiendo.

3) 51st State:

El juegamen de cartas del año. Una sorpresa para todos los que se han dejado engañar para jugarlo. Quizá fui el primero en adquirirlo en esta nuestra España (o quizá fue primero Gixmo, jeje), pero cuando yo empecé a leerme las reglas no lo conocía ni Cristo. En las TdN me llevé la grata sorpresa de que ya había gente que lo había jugado, y en la Bibliokedada otro tanto. Menos mal que no se ha hundido en la miseria del olvido por no haber tenido la suficiente publicidad (al menos no tanta como han tenido otros juegos de cartas). Lo que me gusta de él, comparado con otros, es la profundidad de sus partidas, las posibilidades que presenta, la duración más prolongada que otros juegos de cartas (que es lo que más me gusta a mí, porque así se aleja más del concepto de filler). Un juego recomendable que merece la pena probar. Lo jugué con Valedemaras, Suffo y con un chaval de cuyo nombre no me acuerdo (¡sorry! Soy pésimo para los nombres), y durante su preparación conocí por fin al bueno de Le Bastard (no se yo por qué a este muchacho le hacía yo más mayor, jeje). Espero que nos volvamos a ver en torno a una mesa, chicos ;)

Suffo, Valdemaras, Le Bastard, un servidor y el chico de cuyo nombre no me acuerdo, arghhh

4) Dinamita:

Prototipo de Perepau Llistosella que tuve la oportunidad de probar. Se trata de un juego de puteo táctico, relativamente rápido (45 minutos quizá), un pelín abstracto pero completamente funcional, y bastante divertido. Chemo, mientras lo jugaba con nosotros, pensó en un tema para el juego y así se lo manifestó al autor: ¡naves espaciales dándose de hostias! La verdad es que por las mecánicas que tiene el tema le viene al pelo. Creo que a raíz de eso Perepau está manos a la obra elaborando las nuevas imágenes. ¡Si es que Festivales como este no traen más que cosas buenas! Espero que Kokorin tenga buena suerte con este jueguillo.

Darko dándole al tarro en plena explosión de puteo

5) Santiago de Cuba:

Uno de los dos juegos que probamos la tarde del sábado, del nuevo proyecto Ludonova. Este lo jugamos Darko, yo y un par de desconocidas muchachas que se dejaron malmeter y engañar por nosotros (creo que eran Marta y... ¡lo siento, no me acuerdo del otro nombre!). Es un jueguillo sencillo, de duración intermedia, de mecánicas sencillas pero efectivo. No sé qué tienen los juegos de estos dos autores, que me gustan todos.

Combinan perfectamente sencillez de mecánicas con profundidad de toma de decisiones. No quiero decir que este sea muy tocho ni que requiera de mucha CPU, pero no es un juego tontuno ni para echar el rato (no sé si me explico). A nosotros nos gustó bastante, pero sobretodo por el puteo que tiene. Si juegas a embarcar todo lo que puedas y sólamente a hacer puntos creo que no estás aprovechando sus virtudes. Hay que malmeter y pisar acciones, sino no funciona igual...

6) Fortuna:

Inmediatamente después probamos este y siento decir que no me gustó tanto, aunque reconozco que el juego mola también. Es sólo que no tenía un especial puteo (o yo no se lo vi), y era más

mecánico y repetitivo que el otro. Además, sin tener ninguna estrategia gané por bastantes puntos a mis compañeros, que ya habían jugado antes. Quizá se deba al pequeño caos que se genera en algunos juegos en la primera partida cuando los jugadores no juegan como hay que jugar, pero quién sabe. De todas maneras, lo volvería a jugar para confirmar o refutar mi impresión inicial. Y por supuesto, deseo a los chicos de Ludonova toda la suerte del mundo con su sano y prometedor proyecto lúdico.

7) Ghost Stories:

Es una pena que este juego no se haya llevado el reconocimiento que se merece y que otros juegos del mercado se han llevado por mucho menos. Para mí no sólo es el mejor cooperativo que merece la pena probar sino el más divertido con diferencia. La dificultad de reglas que tiene, sumado a la dificultad en ganar (aunque nosotros ya ganamos hace tiempo casi todas las partidas que echamos), y a la presencia de esos malditos dados en los que aunque no se puede confiar (y lo sabes) siempre terminas confiando ciegamente lo convierten en el pequeño y vil caos divertido que es.

Chemo y la "Mirada Yin-Yan" de la Esquizofrenic Expansion que estrenamos esa noche

Precisamente ese mediodía habíamos estado comiendo improvisadamente con su autor (nos lo encontramos a él y a Jesús en una bocatería cercana), y en mi macarrónico inglés le dije que era el mejor juego cooperativo que yo había jugado, a lo que él nos respondió que no estaba del todo satisfecho con él porque tenía muchas excepciones de reglas, y ello sumado a la dificultad de las mismas lo hacía poco accesible al público familiar. Comentó que estaban trabajando en una versión más asequible del juego, que saldría próximamente a la luz y que corregiría esas insatisfacciones. Asustado, le rogué que no lo profanara, que ya era perfecto tal y como estaba. Pero no creo que el Antoine me haga caso... Entre otras cosas porque ha vendido demasiado con 7 Wonders. ¿O no será por eso?

Chemo y Darko, eufórico aquél por su triunfo bloguil

Aparte de esto, cabe señalar que esa fue la última partida del sábado y que la eché con mi novia (la robopilingui), con Darko y con Chemo, y que sinceramente creo que no he echado nunca una partida tan divertida, con tantas risas, tanta Home Rule y tanto ruido. Como Diego comentaba en su blog, hasta implementamos improvisadamente los compases y ciertas mecánicas de Ritmo y Bola en la partida, y hay que decir que quedaron genial. Además, inventamos nuevas formas de matar a los fantasmas chinos: atormentándolos con las miradas Yin-Yan (idea de Diego) y machacándolos con los dados literalmente (cuando caían, accidentalmente rodaban por la mesa y más de una vez hacían caer las figuras de fantasma como si de bolos se tratara). Si he de recordar alguna partida especialmente del Festival es esta.

8) Time Line:

Juego aburrido donde los haya y que me hizo recordar con escalofríos el sufrimiento pasado jugando a Fauna. Entiendo que pueda gustar, por supuesto, pero sencillamente no es para mí.

9) Quarriors:

Cuando por fin pude echar una partida con Ilogico, fue a este juego, que amablemente nos enseñó a Lethan y a mí. El juego no está mal.

Producción impecable (salvo tamaño de dados) para un juego que hay que probar más

Tiene buenas ideas, provenientes del creador de ese juego que tanto me gustó en su momento llamado Warhammer: Invasion (juego maldito que jamás podré jugar en condiciones y que acabaré vendiendo o mejor regalando). Sin embargo, es esencialmente un Dominion con hostias. Lo bueno que tiene es que supuestamente tiene bastante estrategia, pero llevado el juego a la realidad, el azar (al menos en esta partida) te machaca vivo o te da la victoria y, como ya comentaba Lethan en su blog, da la victoria al que menos te esperas. Sin embargo, lo jugaría más veces, porque eso de robar dados de la bolsa/mazo es curioso y las partidas son rápidas. Eso sí, los dados me parecieron pequeños para lo que el juego vale (y eso que tiene muchos). En todo caso, menos mal que no lo compré, porque a punto estuve (y es que me gustaba mucho el W:I).

10) Takenoko:

El muchacho de Asmodee Iberica nos invitó amablemente a Chemo, Darko, la Robopilingui y a mí a probar este prototipo de futura aparición, de la estrella invitada (Bauza, se entiende).

Momento de la presentación del jueguillo

Cuando nos explicaron las reglas, la cosa prometía, y ello sumado a la belleza del apartado gráfico y a la calidad de los futuros componentes, hacía augurar lo mejor. Es un juego familiar en el que hay que dar de comer bambú a un oso panda y ganar puntos de victoria con objetivos a cumplir que se van robando de un mazo. El juego flaquea un poco, honestamente, y espero que por ello se revise alguna regla, porque sino se vuelve un poco azaroso y falto de la más mínima estrategia. Si la idea es atraer a público novel, pues genial. Pero si se quiere ampliar un poco más, no sé... Ya apuntamos durante la partida alguna posible mejora que creo que Chemo comentó al autor: las cartas de objetivo deberían repartirse al principio, y quedar públicas, y no como el juego propone (se van robando al azar y quedan secretas hasta que se cumplen y se muestran), porque ello aumentaría considerablemente el puteo. Si sé que tienes ese objetivo haré todo lo posible por intentar que no lo consigas, y eso lo hará más divertido. No nos pareció un juego recomendable, al menos no para gente que ya ha jugado bastante, aunque ya digo que si es completamente intencionado pues indudablemente su público tendrá. El tema en cualquier caso es curioso y divertido, y probablemente venda por ello. Creo que para jugones podría funcionar con esa Home Rule que comento...

11) Mammoth Hunters:

Este juego de mi propiedad hacía tiempo que quería probarlo y aproveché la oportunidad del Festival para sacarlo con los míos. Y parecía mentira que este juego saliera de la mente que ideó las mecánicas del San Marco. ¡Qué truño! Darko hizo el comentario que mejor resumía la naturaleza y valoración del juego por parte de todos: "este juego es una hez". No comment. A los dos minutos paré la partida y le entregué el juego al amigo Isra, de Juegamestore. No es que sea infumable estrictamente hablando, sino que es un mayorías de mecánicas no aptas para gente que ha jugado a algún que otro juego ya. Ahora me explico por qué lo compré en su momento tan barato...

12) La Isla Prohibida:

Juego de componentes muy bellos y funcionales, sencillito y familiar, que seguro funcionará con niños y con gente que se acerca por primera vez al mundo de los juegos de mesa modernos. A mi me aburrió sobremanera (entre otras cosas, porque ya me aburre muchísimo el Pandemic, a pesar de que me encantan los cooperativos). Es Juego del Año en España, así que algo debe de tener.

13) Coloretto:

El último juego que probé en estos días de Festival, que me gustó moderadamente (me esperaba un pelín más; se me olvidó que es un filler, y prácticamente sólo una mecánica). Sin embargo, lo seguiré jugando, sobretodo porque la copia era mía. Yo pensaba que recordaría un poco a San Marco, por tener una mecánica de elección de cartas parecida. Pero no es un juego completo, qué se le va a hacer...

Y eso es todo en cuanto a juegos probados.

Respecto de aspectos organizativos del Festival, me sorprendió lo bien gestionado y coordinado que estaba, incluso mejor que el año anterior (que fue mi primera vez), y espero que los chicos de la Asociación sigan funcionando tan bien como siempre y aportando su amable ayuda y dedicación a proyectos como este.

Para mí fue un fin de semana muy especial porque volví a ver a varios de los miembros de El Hombre Que Rie delegación valenciano-zaragozana, esto es, Darko, Decanox, Pluja y Chemo. Dos de ellos incluso se quedaron en casa y nos regalaron un fin de semana de recuerdos cercanos de quedadas valencianas y de actuales risas cordobesas. Qué pena da cuando se deja lejos un grupo con el que la cosa funcionaba tan bien...

Momento para el recuerdo cordobés

Y enhorabuena a Chemo por su inesperado premio. No, si al final te harás famoso y tendrás, no tus 15 minutos de gloria, sino tus 15 años de gloria (entiéndase que más allá de esa fecha probablemente uno ya publica heces, más que juegos... así que disfrútalos).

Hasta la próxima.