lunes, 7 de mayo de 2012

Robopilingui en Zona Lúdica 2012: lo gana todo (Domingo y Lunes)

Última entrada relativa a la crónica de nuestras vivencias en Zona Lúdica, la correspondiente al domingo completo y al lunes mañana, pues nos marchamos de allí, enormemente satisfechos, tras la ceremonia de clausura y entrega de premios y sorteo.

Lo que nos dio tiempo a probar y compartir con tan buena gente fue:



De este juego se ha leído de todo. Llevo escuchando hablar de él desde mucho antes de Essen 2011, donde se presentó con tanto éxito que al parecer se agotó de inmediato. Estuve a punto de comprarlo en cierta ocasión que estaba de saldo en una tienda francesa, pero alguien me lo desaconsejó, por tener unas reglas farragosas y poco claras, que podían propiciar que el juego no funcionara. Tuvimos por fin la oportunidad de probarlo la mañana del domingo, con la copia de Biblio y explicado por Punisher.

Se trata de un juego cooperativo ambientado en el fascinante imaginario de "The Thing", de John Carpenter (o en el de la película original, como cada uno prefiera). El objetivo del juego es sobrevivir a la infección que existe en la estación científica a la que hemos venido a acabar con el xenoformo, y trabajaremos como un equipo, coordinando nuestros movimientos y acciones, para evitar ser infectados todos, y al mismo tiempo para encontrar la colmena/nido donde se encuentra el germen de la infección y quemarlo con la gasolina que vamos encontrando por el camino. La mecánica principal, motor del juego, es el movimiento, en tu turno, y la posterior realización de una acción que puede ser activar la habitación en la que te encuentras o intercambiar una carta con otro personaje/jugador. Es mediante este intercambio como la infección se va propagando si los jugadores no ponen medios para evitarlo y vulneran su guardia. Es, por tanto, un juego de intrigas, sospechas y paranoia, que recuerda a otros varios juegos por el estilo, como La Resistencia o Battlestar Galactica.


La verdad es que el juego, a pesar de los iniciales problemas de ritmo derivados de unas reglas poco claras y corregidas por su autor posteriormente a su edición, funcionó bastante bien y nos gustó bastante. Yo no tuve mucha información durante la partida, pero se respiraba la manipulación en el ambiente, y estuvo muy gracioso cuando a pocas cartas del final descubrimos que todos los jugadores menos uno estábamos infectados y que por tanto lo habíamos hecho fatal.

Este juego tiene bastante mala prensa, por lo que he podido leer por ahí, pero a mí me gustó mucho y no entendí, tras finalizar la partida, cómo es que no ha triunfado más. Es muy similar a La Resistencia (aunque diferente en mecánicas), y sin embargo éste sí ha recibido un reconocimiento más generalizado (más allá de lo bueno o malo que pueda resultar). Ahora está agotado, pero en cuanto vuelva a llegar a las tiendas intentaré pillarlo, pues lo merece (y funciona a un elevado número de jugadores).


Justo antes de comer, Biblio nos enseñó este simpático filler de temática cachonda, un juego de cartas en el que cada uno llevaba un pequeño mazo de personajes del averno (un elfo, un troll, un enano, etc), que debíamos gestionar para ir introduciéndolos en un bar generado por cartas de mesa, ayudados por dos dados, y que tenían una serie de jerarquías entre ellos, a la hora de encontrarse en las diferentes mesas, de tal suerte que unos invitaban a beber a otros, algunos perdían dinero por el camino, etc. El objetivo era transformar el suficiente dinero en cerveza como para obtener puntos de victoria por ello al final, pero intentando impedir que el personaje en cuestión no bebiera tanto como para no poder salir por su propio pie del bar (en cuyo caso, salía del mismo sin ningún punto). Recordaba este juego un poco a ese Red Dragon Inn, pero no estaba yo desgraciadamente para fillers (últimamente no me gustan mucho, la verdad) y no lo disfruté mucho. Aunque reconozco que era original y gracioso. Es de esos juegos que cuando te lo están explicando te están dando unas ganas tremendas de jugarlo pero que cuando finalmente le metes mano no te emociona en absoluto...



Tras la comida, y como no entrábamos en ninguna partida, decidí que era el momento de enseñar una vez más este juego de construcción del mazo, que siempre llevo encima cuando voy a algún evento por el estilo. La verdad es que da la impresión de que se ha jugado poco, porque yo no lo encuentro por ningún sitio, al menos hasta ahora. Al comprarlo, me guié por las numerosas reseñas entusiastas de BGG, que aunque no siempre llevan razón, en este caso lo describían como el mejor de los deck buildings desde Dominion. Ya os imaginaréis que para mí el mejor es esa obra maestra de la diversión llamada Resident Evil, pero este no está tampoco nada mal (a este respecto, y como curiosidad lúdica, os invito a echar un vistazo a la cantidad de juegos deck buildings que han salido desde 2009, que podéis ver en esta GeekList: Sons of Dominion). La gente que lo probó conmigo creo que lo pasaron bien (Biblio, de hecho, se levantó para reservarlo en la tienda Juegamestore, nada más probarlo. También dio tiempo después de probar un RE y llorar agusto los cuatro con su aparente caos característico (que no lo es, como ya descubrimos en casa hace tiempo, tras varias partidas).



Esa noche, para rematar una jornada intensa y divertida, nos comprometimos para una partidaza a este juego que tanto ha calado en la comunidad jugona. Nosotros hemos jugado a pocos juegos de confrontación directa (no me atrevo a llamarlos wargames), con diplomacia y tropas a menear sobre un tablero, y la expectación era mayúscula. Yo llevaba a la casa Martell (cuyos plásticos se confundían con el fondo del tablero, por cierto), y comenzamos una guerra fría, que fue lenta y pausada, para ir creciendo a lo largo de 6 rondas en las que no hubo apenas combates. Jugamos la versión corta, de ocho turnos, para que no nos llevara demasiado tiempo, por aquello de ser novatos. Con todo, no hubo guerra a saco hasta la séptima y octava rondas, lo cual me sorprendió un poco porque yo creía que el juego era más guerrero que diplomático.

Terminamos la partida con sensaciones encontradas (al menos yo, conmigo mismo). Fue sólo una partida y está claro que jugamos muy mal los novatos, pero me dio la impresión de que había varios elementos azarosos, o de que sencillamente el jugar mal convirtió algunas mecánicas en caóticas. Por ejemplo, no conseguíamos arrebatarle el Trono de Hierro a la casa que lo tenía de partida; las batallas tenían un final extraño, en ocasiones, cuando todo lo decidía la carta que daba un número de +0 a +3 al resultado final de fuerza; los niveles de suministros no se actualizaron en toda la partida porque esos eventos salieron muy pronto en la partida y al que le tocaba decidir si se hacía o no no le convenía en ese momento; había gente que no podía hacer nada y que se tiró varios turnos casi de brazos cruzados por falta de coronas para votar, o de capacidad de reclutar, etc... Todos estos detalles nos dejaron, al menos a la robopilingui y a mí, un poco confundidos, sobretodo porque al final ganó el jugador que menos nos esperábamos, y nos dio la leve sensación de que aquello tenía algo de CAOS. Pero ahora en casa, recordando la partida, creo que fue sólo que jugamos mal, no aprovechando todas las posibilidades que el juego ofrecía, y que permitimos cosas que no se podían permitir.


En breve repetiremos el juego, ya en casa, y podré tener una opinión más firme, porque está bastante bien valorado por mucha gente y supongo que esas sensaciones que me inundaron tendrán su explicación. De todas maneras, desde aquella partida no paro de pensar en otros posibles juegos de similares mecánicas: batalla, diplomacia, guerra fría, etc. ¿Me recomendáis alguno?


5) TRIBUNO:
Para desayunarnos el lunes (último día de fiesta lúdica y social), Biblio se ofreció a mostrarnos este juego, que yo ya tenía en mi estantería pero que desgraciadamente llevaba más de un año acumulando polvo. Ni siquiera tenía muy claro de qué iba (fue una de esas compras compulsivas masivas a ciegas que yo hacía antes...). Se trata de un juego con mecánica de colocación de trabajadores cuyo objetivo es conseguir cartas con ellos, las cuales poder usar después para ganar los diferentes roles existentes en el juego. Estos roles, y otros elementos del juego, constituyen una serie de objetivos a sumar a lo largo de la partida, de tal modo que el que llegue a ese número (fijado antes de empezar), gana.


La verdad es que en la mesa nos encantó a los que no lo habíamos probado, por ser una auténtica sorpresa. Al terminar la partida, me dije a mí mismo que este era el tipo de eurogame que aún me gustaba: aquellos sencillos de reglas, muy competitivos, con alguna interacción (este tenía una subastilla por allí en medio, bastante jugosa), con mecánicas bien engrasadas, y que tienen suficiente rejugabilidad. Qué bueno seguir descubriendo euros así de bien hechos.

Existe una expansión por ahí, pero desconozco si es buena o no; lo que está claro es que necesaria me parece que no es.


Había una copia rodando por allí de este juego y justo antes de comer nos ofrecieron probarla para hacer tiempo. Nos la ensañó también Biblio. Es una especie de variante de su hermano mayor, que la verdad, nos resultó divertida y cumplió perfectamente su función: rellenar el tiempo hasta que pudiéramos irnos todos a comer.



El último juego de las Jornadas fue este colocador de trabajadores de Wizards of the Coast, que Caedes nos ofreció tras el almuerzo, y al que accedimos con entusiasmo. Se estaba hablando bien de él durante las jornadas y yo ya lo había visto en las estanterías de mi tienda habitual con interés. No me había imaginado que sería un Caylus ambientado en el mundo de Dungeons & Dragons hasta que nos lo explicaron.


Efectivamente, se colocan trabajadores que nos dan tanto recursos como la posibilidad de comprar edificios que colocar en el tablero y que son de nuestra propiedad, lo que nos reporta beneficios si alguien los usa. El juego implementa, para no ser tan euro, un mazo de cartas de intriga que pueden ser jugadas en determinado momento y que proporcionan la necesaria interacción/puteo que el juego como buen producto americano necesita. También se pueden obtener diversas cartas de objetivo, unas públicas y otras secretas, que mantienen la emoción sobre quién va ganando hasta el momento del recuento (lo cual me gusta en los euros, porque así no te desmoralizas si vas tela de lejos en el marcador).

En definitiva, un buen juego de colocación de trabajadores, bien engrasado, que me pareció un poco caótico pero no por ello menos divertido, y que me alegro de haber probado (aunque no me compraré).



Justo antes de hacer el recuento final de este último juego y venirnos para Córdoba, extasiados, asistimos a la ceremonia de clausura, organizada por la Asociación, y pudimos recibir algunos de nosotros un jueguito que llevarnos de recuerdo. Yo me llevé este:


Lo cual es una suerte, porque aún no he jugado a ningún wargame en condiciones (sólo a esa cosa tan fascinante llamada Twilight Struggle, que parece ser que no lo es), y este funciona a dos y es de complejidad baja. Y lo mejor: su autor estaba por allí y a punto estuve de conseguir una explicación express por parte de su diseñador, que no pudimos cumplir por falta de tiempo. ¡Gracias por ofrecérmela, Oldfritz! A ver si en las CLBSK pillamos un rato y nos lo explicas.

De regreso a casa, uno de los temas de conversación fue con la robopilingui: ¿cómo es posible que de 19 juegos que pudimos echar en Mollina, ella ganara TODOS los de gestión? (al menos los euros más puros). Porque fue implacable, desesperante, casi tramposa... Supongo que tendré suerte.

Un abrazo a todos con los que me crucé por allí, y muchas gracias a los que disfrutaron explicándonos reglas y pasando el rato con nosotros. ¡Hasta el próximo encuentro!

11 comentarios:

  1. Pues un gran maratón final.
    Me ha gustado leer tu opinión del Panic Station pues me llamó cuando salió y lo encargué. Después lei bastantes cosas malas y estuve tentado de no comprarlo, pero por lo que dices me gustará.

    EL core worlds me llama mucho, y encima está por ahí a buen precio, y coincidiendo contigo en el RE estoy por pillarlo.

    Por cierto, el Tribuno, que también me gusta, creo que no necesita la expansión, pero es que además no lei grandes cosas.

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    1. Te recomiendo el Pnic Station si te gustan los juegos tipo "Die Kutschfahrt zur Teufelsburg" o cualquier otro de roles ocultos. Lo que te puedo asegurar, tras jugarlo con las reglas en condiciones, es que no está roto porque funciona perfectamente; eso sí, tiene factor humano.

      El CoreWorlds es compra acertada, ya verás. Si te gusta la mecánica deckbuilding este te puede encantar. Y se baraja poco, lo cual es de agradecer.

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  2. Buena crónica de los últimos dias,

    El punic station es el típico juego que me llama pero no me decidiré hasta que lo pruebe. El único juego que tengo interés por conocer es el 'Tribuno', lo pintas muy bien y te ha sorprendido gratamente.

    Antes de probar el core-world me tienes que enseñar el residen evolución ^^

    Un saludo

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    1. Pues en la próxima (quizá en esa quedada malacitana-gaditana-cordobesa-giennense que estáis preparando por esas latitudes) te los enseño todos y acto seguido te los compras (porque fijo que te gustan los tres, viendo lo que te gusta).

      Un saludo ;)

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    2. Aún no tengo la sensación de compra compulsiva con estos juegos y eso es bueno, cuando los pruebe ya te diré :P

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  3. Genial tb tu último día por allí, excepto que hubieses querido alguna de las victorias de la robopilingui no? jeje

    El Dixit Jinx tiene buena pinta, así que ya stá de camino (sí, en ooootro pedido del foro LexLudi).
    El Tribuno lo jugué hace bastante tiempo. No me acuerdo mu bien de las reglas, pero sí recuerdo que no me apasionó. Me dejó muy indiferente, y eso que gané.

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    1. Sí, lo malo es que ganó ella casi todos los juegos, al menos los que eran de pensar. De hecho, coño, creo que no gané ni una, ni siquiera de los juegos que yo enseñé... Algo no funciona por aquí.

      Por cierto, el Dixit Jinx casi que se puede usar el que todos tenemos para emularlo, ¿no?...

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  4. A mi estos juegos tipo Panic Station me gustan bastante y me gustan tenerlos para grandes reuniones, así que caerá seguro. El Core Worlds no me llama nada de nada y es que los DB se me dan fatal. Soy malísimo gestionando un mazo de cartas...Al Tribuno he jugado bastante y la verdad es que está muy bien. El hecho de que puedas alcanzar la victoria por diversas vías es lo mejor. A ver si comentas el Coral Sea cuando lo pruebes que me llama un montón. Un saludo

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    1. A mí lo que no me gustaba de los deckbuildings en general era lo de barajar una y otra vez el jodido mazo. Pero en este se baraja poco, y es mucho más estratégico que otros que he probado.

      El Coral Sea va a chupar estantería una buena temporada, me temo...

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  5. Acabo de ver lo de 'Premio Liebster'; ¿en qué consiste? ¿qué tenemos que hacer?

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    1. Hola, Raul,

      Pues nada, se supone que hay que citar textualmente lo que es un premio Liebster (puedes copiar el encabezado de la entrada mía que habla sobre ello) y después concedérselo tú a hasta otros cinco blogs. Yo tampoco lo tenía muy claro, y lo hice tarde y la mayoría de blogs que leo ya estaban premiados...

      Pero vamos, que no es obligación ;)

      Un saludo. Nos vemos en las CLBSK.

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