CLBSK 2013 (2 de 2)

El resto de juegos que pude disfrutar en esta segunda mitad de la fiesta vieron incrementado su duración y número debido a que la noche del sábado no dormí en absoluto, siendo esta la primera vez que en un evento lúdico no duermo en unas 40 horas. Eso explica que perdiera tanto, jejeje.

Los juegos de esta segunda mitad:

6) SUPERNOVA:
Ya hemos echado tres partidas a este juego tan peculiar y cada vez nos gusta más. Es de esos en los que por muy mal que te vaya y por muy poco que domines el juego, siempre te apetece jugar (al menos, eso me pasa a mí). Dentro de su moderada abstracción (para algunos, extrema), a nosotros nos resulta temático, por aquello de los combates (con cartas, interesantes), por las tecnologías que se juegan a modo de cartas (y se desarrollan en tu tablero personal, otras diferentes), y por el saborcillo espacial que deja. En el fondo, se trata de un juego de control de áreas camuflado de juego de expansión y combate espacial, muy dependiente del orden de turno, y con cierto puteo al final de algunas rondas, en las cuales el ganador de determinada subasta puede eliminar algunas fichas de control de quién quiera, simulando el estallido temporal de la Supernova que se está gestando en el centro del sistema estelar.

Es, por tanto, un juego diferente, que mezcla mecánicas ya conocidas y más euro, con otras más combativas y azarosas, convirtiendo el producto en un original experimento difícilmente clasificable que puede gustar bastante a los buscadores de joyas como yo, o dejar fríos a jugadores que busquen más control y precisión en las mecánicas. Eso sí, funcionar funciona genial.

7) ARCANA:
Por tercera vez juego a este juego de cartas, un deckbuilding algo diferente y con faroleo y pujas, un soplo de aire fresco entre tanta fritanga de la meramente entretenida. 

8) IRON SKY:
Uno de los juegos que yo quería estrenar ese fin de semana resultó ser una pequeña decepción, que no he confirmado porque ni siquiera terminamos la partida y no he logrado volverlo a jugar. Este juego finlandés me había llamado la atención hacía tiempo por tener una mecánica semicooperativa en la que dos equipos de igual número de jugadores (en total, de 2 a 6) compiten por controlar las diferentes regiones de la Tierra y se pegan de leches en el intento. El tema está sacado de la reciente y paupérrima película del mismo título, también finlandesa, en la que un grupo de nazis supervivientes de la Segunda Guerra Mundial, que hasta el momento andaban escondidos en la cara oculta de la Luna (ahí es nada), logran desarrollar la tecnología necesaria como para asaltar el planeta que los hizo huir e intentar someter a toda la población en una nueva era de caos y destrución. La premisa, como se ve, es supuestamente buena, y de hecho el juego cuenta con interesantes mecánicas, e ideas originales en el combate (con cartas), pero no sé si se trata de falta de pulido o de escaso funcionamiento global, la cosa es que a ninguno de los 4 que nos pusimos con el experimento logró encontrarle el más mínimo disfrute, y recogimos a la hora de la cena. Con todo, quizá pueda funcionar con el grupo adecuado y sabiendo de antemano que no tiene grandes pretensiones. A fin de cuentas, es por equipos y tiene combate (combinación esa altamente buscada y de la cual tan pocos buenos ejemplos hay en el panorama lúdico actual, por lo menos que yo conozca). Y es casi SteamPunk, ojo.

9) EDO:
La última partida de la eterna noche del sábado (tras la cual fui a dormir, después de unas 40 horas sin tocar la cama) fue a este semidesconocido juego al que nos invitó Gato. Se trata de un típico euro, sencillo de mecánicas, bonito, competitivo y divertido. Yo llevaba muchas horas sin dormir y ya no daba pie con bola, quizá por ello no me entusiasmó. Pero estaba bien, dentro de sus pretensiones. Se eligen acciones en secreto y luego se van ejecutando en orden, una cada vez, en orden de turno, teniendo consecuencias en el tablero (dándonos materiales, puntos de victoria, etc). Recomendable para eurogamers.

10) NOTRE DAME:
Le vendí este excelente juego a DonBorch (por aligerar espacio, no porque no quiera jugarlo más) y el domingo por la mañana me ofrecieron jugarlo, para lo cual incluso lo expliqué. Hice una partida horrenda, por muy malas decisiones tomadas, a pesar de que siempre me pasa lo mismo y no uso los carruajes. Gustó a todos. No sin razón es de los juegos de Feld que más me gustan (a pesar de que nunca gano).

11) SAINT MALO:
La última partida en estas CLBSK 2013 fue a este curioso jueguillo que Gato estrenó recién llegado de una compra y tras leerse Hermo las reglas sobre la marcha. La novedad y lo curioso es que, en lugar de traer fichitas de madera para representar los productos y materiales, así como incluso los peones, trae unos rotuladores de fácil borrado para ir apuntando lo que vamos consiguiendo en el tablero personal. Si no fuera por los rotuladores, el juego sería del montón, pero formando parte del divertimento el dibujar las cosas que vamos construyendo en el tablero, convierte la experiencia (que no el juego) en relativamente original y divertida. Eso sí, se trata de un repetidísimo juego de dados en el que construyes tu tirada tras varios intentos y haces cosas con lo que sale. En mecánicas y procedimiento me recordó mucho a la versión P&P que había del D-Day Dice antes de su publicación. Además, me dio la poderosa impresión de que el juego carecía de la suficiente rejugabilidad como para soportar varias partidas (quizá ni siquiera una segunda), debido a que parecía que hacíamos las mismas estrategias e incluso al mismo tiempo (o eso, o nos copiábamos vilmente de las actuaciones y estrategias de Hermo). Eso sí, una partida tan delirante y lisérgica como esta no recuerdo en años, que yo cuando me hacen de comparsa me descuelgo y pierdo la vergüenza y el saber estar. Qué buena excusa fue este juego para montón para las risas que nos echamos, jeje.

Mi castillo al terminar la partida: el azar me impidió terminar antes que el que ganó.

Y esto es todo lo que jugué en las CLBSK 2013. Lo más importante: la gente nueva que conocí, la gente que ya conocía y con la que me reencontré dichosamente, y las risas que en general eché estos días, que para mí es lo más importante de esta afición.