Quedada Inocentes 2010

Después de unas semanas de barbecho bloguil, vuelvo a la carga con más crónicas a la sombra, a la luz de los numerosos encuentros que, a lo tonto a lo tonto, ha tenido El Hombre Que Rie Project en los últimos tiempos.

La última kedada del pasado año se produjo en casa el día 28, donde tuvimos oportunidad de rozar la barrera psicológica de las 12 horas casi ininterrumpidas de juego a la sombra. Retrospectivamente, me da la impresión de que no jugamos a demasiados juegos, pero creo que fue para todos un encuentro bastante satisfactorio por varios motivos. Y, además, en parte fue una especie de despedida para mí (pues en breve se supone que me trasladaré a Córdoba), aunque creo que aún nos quedan pendientes algunas oportunidades de tostarnos el cerebelo voluntariamente, porque este traslado se retrasará hasta primeros de febrero.

Como éramos una pila de gente (tuvimos que sacar sillas hasta del trastero), nos separamos en dos mesas, en cada una de las cuales se jugó a diferentes cosas, sin darnos oportunidad a compartir ninguna partida (así se decidió, y es que la cosa no estaba como para echar tan sólo fillercillos; se había venido a JUGAR). Los presentes fueron: plujaisol, chemo, darko, decanox, la robopilingui (única fémina del encuentro, desgraciadamente), Víctor, Moisés, yo mismo (seldonita), y steppenwolf. Los juegos que se jugaron fueron:

1) Battlestar Galactica: a éste desgraciadamente no pude asistir porque yo explicaba otro juego en la otra mesa. Me hubiera encantado porque parece ser que se produjo un fenómeno JAMÁS vivido en un juego de mesa sobre la faz

de la Tierra (al menos en las miles de partidas jugadas a este juego en concreto), y es que parece ser que los Cylons han alcanzado tal poder que consiguen convertir a los humanos en simpatizantes sin obtener estos nada a cambio... Creo que jugaron a la expansión The Squizofrenic Expansion. Hubiera sido divertido verlo, pero nos hallábamos inmersos en otra historia, con mucha menos alma, claro. Los presentes no sabían si reir, llorar o (como decía Santiago Segura, en la intro de su Jistory) pegarse un pedo. Lo que pasó fue que uno de los integrantes humanos decidió jugar con el engaño y la ambigüedad, y experimentó con la paranoia extrema de declararse prácticamente Cylon sin serlo, en la primera parte del juego. Menos mal que luego fue Cylon en la segunda vuelta; si no, quizá hubiéramos tenido que llamar a los bomberos... Por lo que me dijeron, en definitiva, la cosa estuvo entretenida. Aunque murieron, of course...

2) Age of Empires III: darko, plujaisol, Víctor y yo nos embarcamos paralelamente en este juego, al que yo había metido mucho hype en los últimos meses. Era siempre el juego tocho al que quería ponerlos a jugar pero para el que no encontrábamos nunca el momento adecuado. Lo preparé para esta ocasión especialmente por haber recibido la mañana anterior el set para el sexto jugador que me envió celacanto de laBSK

tras un pedido conjunto. Como no pudimos ser seis, no pude estrenar el juego a ese número deseado, pero el juego cumplió su función. Eurogame casi puro, con toques roleros (si uno sabe darle vidilla a los colonos que envía y tal) y con ese factor GUERRA que tanto me gusta a mí pero que casi siempre me hace perder por potenciarlo demasiado y perder por tanto la baza económica que es la que determina el ganador aquí. Además, las cartas de edificio son tan TOCHAS que nos dio la impresión de que si tienes la suerte (o lo aprovechas en su justa medida) y adquieres las cartas adecuadas, tus puntos finales se hincharán harto y tendrás muchas posibilidades. En esta partida determiné y confirmé varias cosas: el factor guerra no puede ser exclusivo en tu estrategia (por perder demasiado tiempo y esfuerzo en ello y descudidar otros aspectos), hay que amasar pasta para poder comprar edificios en las dos eras finales (si te quedas sin dinero los demás crecen ante tu impotencia, pues los edificios son los que dan la victoria, si el nivel de desarrollo es similar, lo cual se da cuando todos lo hacen más o menos igual), y, en definitiva, el juego premia a los que van a por una estrategia conjunta de comercio, mayorías y conquista (ahí es nada). Muy buen juego al que espero jugar la próxima vez a seis jugadores. Como detalle curioso, la partida se alargó tanto que los de Galactica habían terminado ya y estaban comentando la jugada mientras nosotros seguíamos inmersos en la paranoia de la última ronda (en la que hay que pensar más). Es que como no me había repasado las reglas tuve que hacerlo a la carrera antes de la partida y eso ralentizó su comienzo.

3) Gloria Mundi: es la primera vez que me pasa que he de parar una partida a un juego porque no funciona y la gente está pidiendo dejar de sufrir. Lo pasé realmente mal en el tercio de partida que jugamos, viendo las caras de consternación y aburrimiento. Aunque quizá fue por el listón tan alto dejado por los juegos anteriores. El juego no es que sea malo, bajo mi punto de vista, sino que es de esos a los que hay que ayudarles riéndose lo suficiente y buscando lo positivo del mismo. En cualquier caso, la primera partida creo que sí fue divertida (la que ya comenté en otra entrada); si no, no lo hubiera sacado esta vez. Pero creo

que influyó la regla casera que aplicamos en la otra ocasión, que al parecer mejoraba el juego: en la fase de Goth, había una ronda de derecho a pagar tributos al dios por parte de todos los jugadores, lo cual hacía que gente muy alejada de él en turno quisiera honrarle con dinero y materiales, y el que estaba más cerca no sólo salvaba sus granjas sino que no tenía que pagar por ello. En definitiva, juego repudiado por todos que me veré obligado a vender...

4) 7 Wonders: juego al que jugaron en la otra mesa (unas dos o tres partidas, creo), al que yo cada vez más repudio, pero no porque no me guste, sino porque siempre quiere la gente repetirlo una, dos veces o hasta tres, y a mí no me gusta repetir partidas, por regla general (sólo al Hive, que me gusta mucho más y el cual dura sólo 10 ó 15 minutillos). Entiendo que guste tantísimo y que quieran repetir, eso lo respeto, pero habiendo tantos juegos como hay (sobretodo sin estrenar, al menos en mi caso) yo siempre prefiero jugar a otro juego nuevo antes que repetir uno que ya me ha gustado y que acabo de jugar. En fin, es sólo un gusto personal. De todas formas, ya digo que me gusta jugarlo de vez en cuando por lo dinámico y rejugable que es el maldito: así pruebo diferentes estrategias, a ver si de una vez alguna me sale adelante y no quedo siempre el último...

Después de estos jueguillos hicimos una parada para comer y mi novia y yo sacamos flamenquines cordobeses, algún san jacobo (todos ellos caseros y de la tierra que nos vio el culo al nacer) y algunos trozos de jamón y molletes de Antequera con los que dar de comer a nuestros invitados. Creo que eran las una de la madrugada o así, de modo que dio tiempo de una partida más, una cada mesa quiero decir:

5) Ursuppe: no sé qué tiene exactamente este juego que encantada a todo el que lo prueba. Para mí tiene la mezcla perfecta entre tema (ser una ameba flotando en la sopa primigenia que busca alimento que poder comer para sobrevivir y que caga alimento de otro tipo en el proceso no tiene precio), mecánica (te mueves a la deriva o bien en función de unos genes que has comprado en anteriores rondas y que te dan

diversas habilidades, y después comes cubitos de determinados colores, excretando otros de otro color -el tuyo-) y profundidad (porque si quieres te puedes tirar un buen rato en tu turno calculando la mejor jugada, con lo cual satisface las necesidades intelectuales de todo jugón al que le guste eso) . Para mí es hermano de Evo, esa otra Obra Magna del mundo jueguil que también gusta a todos. Ojalá hubiera más juegos similares en cuanto a dualidad profundidad/divertimento. Eso sí, El Hombre Que Rie recomienda rolearlo todo lo posible (hablando como una ameba; o recordando al jugador en turno, para que no lo olvide, lo que debe hacer: "¡¡¡come y caga, come y caga...!!!). Tenemos que probarlo a 6 jugadores, a ver cómo tira a ese número. Este es uno que fabriqué, por cierto, y para el que me costó muchas horas de reflexión encontrar las amebas adecuadas. Juzguen ustedes mismo a raíz de las fotos:

6) Sid Meier's Civilization: aunque yo ya tenía este juego, decanox lo trajo para deleitarnos con sus mecánicas y su tema, pues yo aún no me he leído las reglas del mío y lo tenía guardado en una caja. El juego está muy bien, da que pensar, no es complicado de aprender porque en las primeras rondas hay poco que hacer y te da tiempo de asimilar las posibilidades. Te permite crecer en tecnología, explorar las diferentes losetas del mapa y extraer sus recursos, construir

hasta tres ciudades, invadir a tus compañeros de juego, etc. Me gustó bastante y me animó a prepararme mi copia para jugarlo próximamente. Pero desgraciadamente en esta sesión la partida se extendió tanto que la gente decidió recoger (además, en la otra mesa las amebas ya habían terminado de comer y cagar, y esperaban nuestro desenlace), y tuvimos que dejarla a medias, aunque por lo menos pudimos ver las principales mecánicas y jugar bastantes turnos, que era lo que importaba a esas horas de la noche.

Una buena maratón que no ha sido la única desde entonces (esto no sé si es preocupante o no: jugar tantas horas cada vez, con el dolor de cerebelo que da eso cuando te vas), y en la que, como siempre, más que los juegos, lo importante terminan siendo las risas, el roleo, los disfraces y la interacción con la gente, que es lo que siempre más gusta (al menos a los que casi siempre pierden, como yo).