jueves, 27 de octubre de 2011

Juegos de este fin de semana

Intenso ha sido el fin de semana lúdico que hemos tenido, con variedad de géneros y de compañeros de mesa, como debe ser. Los juegos que he tenido oportunidad de probar han sido:


Nos desayunamos lúdicamente el viernes a media tarde con este jueguillo de Rüdiger Dorn, que ya tiene unos añitos pero que cuando descubres ahora te sigue resultando fresco e interesante como me imagino que pareció en su primera edición.


El tema, aunque pegadísimo, tiene su gracia, porque se trata de ir usando cartas para colocar influencia en los diferentes cartones de personaje, lo cual provoca un chequeo de mayorías al final de la ronda que dará una serie de beneficios dependiendo del tipo de criterio que se usa en cada personaje para determinar la mayoría. Tras cuatro rondas se cuentan los puntos de victoria y se acabó. El juego es bastante curioso y divertido. Sin embargo, comprobamos que las tortas eran escasas (aunque las había) para 3 jugadores, por lo que espero probarlo próximamente a 4, a ver si así es más intenso. Un buen juego intermedio, de poco más de una hora, completamente recomendable. Vamos, lo que llaman por ahí un must have (bueno, si aún te gustan los euros).


Obra Magna de nuestro admirado Colovini. A pesar de ser para mí un juego maldito (porque hay poca gente a la que se lo enseño a la que le enganche igual que a mí), lo conocen bastante jugones y eso es de agradecer, porque no es de los que pasan desapercibidos. Lo único que pasa es que la primera partida es difícil: no sabes muy bien qué leches hacer, te llueven las tortas sin esperártelo, el juego es un poco raro y atípico. Y es lo que me encanta de este autor. Sus juegos pueden ser abstractísimos, sí, y quizá un poco caóticos a veces (no en este caso), y te dejan un regusto raro tras la primera partida. Pero sin dudas son juegos originales, curiosos, de mecánicas relativamente novedosas y que te hacen no perder la esperanza en la originalidad de los juegos de mesa modernos. Nos lo enseñó bravucon en las Jornadas CMCM de Jerez, y no he parado hasta encontrarlo: se lo pillé a un alemán en la BGG a no mal precio. Completamente recomendable, muy rejugable. Un juego del que habría que hablar más.



3) Mixmo:
Genial, sencillo, tenso y divertido juego de crear palabras enlazadas. Antes de probarlo, hace meses, creí que sería una chorrada, pero tras una primera partida tuve que adquirirlo. Es un excelente filler, bastante sesudo, muy intenso a dos o tres jugadores (más rápido y menos denso a 4, 5 ó 6, porque se acaban antes las teselas). Para lo que vale y el juego que da, es una compra bien amortizada, un rellena-huecos profesional. Y no digáis que no es divertido que te enfades con el tío que ha puesto una palabra imposible y le obligas a mirarlo en el diccionario y resulta que la maldita palabra existe...

El juego de la polémica. Y digo polémica, porque esperaba el estreno de este juego con muchas ganas, esperando un juegaco de aúpa, al menos tras leer tanta reseña y comentario positivo. Y sí, la verdad es que es un pepino (en el buen sentido lúdico), un gran juego, denso, para echar muchas horas pensando y compitiendo, uno de esos de estar toda la tarde tomando duras decisiones y moviéndote con gran sufrimiento atrás y adelante (relativamente, claro) en el track de puntos de victoria. El juego está bien, no digo que no, sólo que a mí personalmente me decepcionó un poquito. Me explico: el juego, para mí (recalco esto para no ser guillotinado) no aporta absolutamente nada nuevo, y como ando últimamente en una fase bastante tonta de la afición (en la que busco cosas nuevas, mecánicas curiosas e interesantes, productos atípicos y demás), no ha causado el impacto esperado en mi valoración personal. Es más, no sólo no tiene nada nuevo sino que transmite exactamente las mismas sensaciones que otros dos juegos magnos que por cierto me gustan más: Age of Empires III y El Grande. Al primero se parece en la zona de colocación de trabajadores (que da exactamente la misma angustia y emula su difícil toma de decisiones), y al segundo en el puteo sibilino que genera la compra de cartas disponibles en la ronda (que puede enviar al garete tus dinos sin que puedas hacer nada por impedirlo, como no sea volver a intentar crecer por allí). No obstante, el juego me resultó divertido y bien hecho. Pero para mi gusto dura demasiado para lo que aporta (no me gusta tirarme 6 horas en un juego así, cuando el AoEIII dura 3 dando el mismo divertimento). Creo que el mismo tipo de juego en 3 ó menos horas funcionaría igual de bien. Y que conste que no me molestó en absoluto el pequeño caos que arrastra el juego, pues ni me parece tanto ni creo que no se pueda contrarrestar (o bien compras las cartas que crees que te pueden perjudicar si la compra otro o bien vuelves a crecer cuando puedas en el mismo sitio, etc). Un compañero de mesa comentó: "sí, no aporta nada nuevo, pero creo que es mejor jugar a esto y en otra ocasión a El Grande, que jugar dos veces seguidas a El Grande". En ese momento estuve de acuerdo con él, pero ahora, tras 6 horas casi de partida, creo que no. Quizá me molaría a mí más profundizar un poco en El Grande o en AoEIII más que romperme la cabeza durante el doble de tiempo con otro juego que además es mucho más abstracto. Pero había que probarlo, eso sí.



5) Goa:
Segundo juego de Dorn que jugamos este finde. A mi hermano le había gustado tanto la subasta que tiene que doblegué mi principio universal de no repetir con tanta frecuencia y lo saqué el domingo. El juego mola, y bastante. Cada una de las 4 rondas que tiene el juego comienza con una primera fase de subasta y continúa con una segunda fase de acciones que los jugadores van haciendo en orden de turno hasta que hacen 3. La fase de subasta es la parte buena del juego, el motivo por el que es considerado juego casi de culto. No sé si fue el primer juego que implementó este tipo de subasta, pero en él funciona muy muy bien. Es la típica subasta a una sola vuelta en la que el subastador puja el último y sucede que si se la lleva él la loseta le paga al banco, mientras que si se la compra alguien le paga a él (al subastador). Esto genera situaciones divertidas en las cuales la pasta va cambiando de manos y cuando parecía que no podrías comprar nada va este y te paga un dineral por una loseta que le hace mucha falta y ello te permite comprar esa otra que no esperabas poder adquirir. El resto del juego es la resolución de un puzzle euro típico, en el que te has de romper la cabeza intentando crecer usando tan sólo 3 acciones (más las adicionales que consigas): comprando losetas de plantación (que rellenará con recursos), bajando los marcadores de tu tablero personal (que darán puntos de victoria según lo bajos que estén en los mismos), ejecutando cualquiera de esos marcadores (que dan recursos, barcos, cartas, etc, que te permiten hacer otras acciones), etc. El juego funciona, y bien, a 3 y 4 jugadores (me falta probarlo a 2). Aunque tenemos un dilema. En las 2

últimas partidas, la persona que fue a por pasta a saco ganó al final (aunque muy ajustado, eso sí, porque este juego consigue equilibrar los puntos de todos, si juegan a un nivel similar, pero con todo ganó), y nos preguntamos si no será un deber obligado el ir a por pasta y no dejar que nadie tenga más de la cuenta. ¿Os ha pasado? ¿Pecamos de ingenuos dejándole amasar dinero, creyendo que le alcanzaríamos probando otras estrategias? ¿Tan sencillo es el juego que la estrategia de la pasta rompe un poco cualquier otra alternativa estratégica? Habrá que probarlo más, a ver qué pasa...


A pesar de ser sólo 3 viciosos, me insistieron en sacar este juego, y echamos la partida. Eso sí, más coja imposible, porque más de una vez la persona que pasó en una batalla (generalmente yo) se quedó con tropecientas cartas en la mano porque los otros dos se pelearon hasta quedarse sin cartas en la mano, forzando así el fin de la ronda. Probablemente si no hubieran soltado todo lo que tenían en la mano (pues eso para mí reduce el faroleo y la estrategia a cero) el juego hubiera funcionado mejor. La prueba de que no era el camino adecuado es que al final gané yo, intentando supongo economizar cartas en las batallas. Me encante este juego. Es muy bueno, uno de los que mejor implementa el faroleo (al menos en los juegos de cartas). Debería se rmás conocido y más jugado. Ya está bien de romperse el tarro con puzzles megasesudos y machacar al contrario enterrándolo en PV. De vez en cuando también hay que divertirse, ¿no?



El amigo Lethan comentó por ahí que este juego le había resultado muy divertido, y que fue toda una sorpresa. Yo lo tenía fabricado desde hacía poco más de un año (es muy sencillo de fabricar), y aprovechando que también se hablaba de él a raíz de la oferta que hay en Spiele-Offensive decidí jugarlo con la robopilingui el lunes. La verdad es que es un juego divertido, y efectivamente surge durante la partida numerosas veces la expresión que le da nombre, y es que o te arriesgas a avanzar o eres conservador y quizá pierdas. El pequeño caos que arrastra mola bastante y lo hace digno de ser jugado de vez en cuando, entre juegos más tochos y serios. Lo probaré a más de dos personas, a ver si cambia la cosa o no (aunque me imagino que, sencillamente, los entreturnos serán más largos).



Este juego que llevaba año y medio pillando polvo en mi estantería (y que últimamente se limitaba a contener además algún P&P de los que fabriqué hace tiempo también) decidí probarlo la misma noche del Can't Stop con la idea de lanzarlo a la venta si era una castaña. Nada más lejos de la realidad. No digo que sea un gran juego (no tendría sentido tras casi haber defenestrado el Dominant Species), pero al menos sí me pareció interesante y divertido, quizá porque esperaba un aburrimiento supino. Quizá fue, entre otras cosas, porque lo jugué a dos y eso disminuyó considerablemente el caos, haciendo la partida más estratégica e incluso más táctica. La cosa va de hacer mayorías en las regiones que nuestras tropas van atravesando (las zonas que se supone que Alejandro fue conquistando paulatinamente), lo cual da puntos de victoria al que tenga más ejércitos, de una parte, y al que consiga construir templos y ciudades, de otra. Porque aquí los templos y ciudades se proponen, y al final de la ronda se van resolviendo las provincias una a una, viendo quién tiene más recursos dedicados a esa empresa y ganándose por tanto el derecho a construir por mayoría. El fuerte de este juego son las apuestas ocultas: al principio de la ronda se distribuyen 15 recursos (cubitos de madera) entre 4 campos (orden de turno, ejércitos a desplegar, templos a construir y ciudades a construir); luego se levantan las pantallas y se resuelve el orden de turno, tras lo cual cada uno despliega sus tropas y proyectos arquitectónicos según ese orden de turno establecido. En fin, el juego es más entretenido de lo que me imaginaba pero con limitaciones. Yo lo consideraría un juego intermedio, casi al nivel de Sumeria o juegos tácticos similares. Este es el tipo de juego que me gusta descubrir. No es nada del otro mundo pero me gustaría repetirlo para ver si tiene más profundidad o si se queda tan sólo en un mayorías sin más. En cualquier caso, probablemente no lo lance porque la caja me sigue viniendo muy bien para guardar mis amados P&P...



El último rompecabezas de este finde fue una macropartida a uno de los mejores juegos temáticos (sino el más temático) que yo he jugado. No sólo tiene una gran ambientación de cine negro americano, sino que además es fantástico en el modo que a mí me gusta (incluso a la robopilingui le gusta el tema, a pesar de los monstruos y demás). En esta partida me di cuenta de lo poco que me sabía las reglas (jugamos hace demasiado tiempo, imperdonablemente) y tuvimos que estar contínuamente revisando el reglamento. Pero salimos adelante. Quizá hicimos mal dos o tres cosas, porque de nuevo conseguimos ganar cuando al primigenio le quedaban sólo tres portales para despertar. Pero qué cachondos son los personajes, jaajaj. Yo controlaba dos: un mago con mucho conocimiento que sin embargo no aguantaba ni una torta, al que había que defender con otros para que fuera cerrando portales, y un garrulo con mucha fuerza pero medio loco que debía a pesar de todo esquivar los monstruos que pudiera para no estar media partida en el manicomio. Y cuando más falta le hacía estar bendito va y le sale un 1 en el mantenimiento antes de tener la oportunidad de hacer nada. Excelente...


Y eso fue todo lo que dio de sí el finde (que no es poco).

Nos leemos por las ciberondas ;)

4 comentarios:

  1. Pedazo de sesión.
    Lo del Dominant lo he leido alguna otra vez, pero no me lo explico, salvo que jugando a 5 o 6 se vaya en tiempo, porque nuestras partidas a 4 duran 3 y 1/2 con explicación.
    Lo del Goa me da mucha envidia. Que ganas de jugarlo... y tenerlo. ;)

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  2. Goa y Dominant Species... dos deseados.

    EN Essen estuve echándole el ojo a un Goa, pero al final allí se quedó.

    Espero catarlso algún día.

    El Bridges... Juegazo del copón que a mí me tiene encandilao. Un Colovini de los buenos.

    El luisín un juegaco de mayorías.

    Pedazo de sesión jugona!!

    Enhorabuena!

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  3. Kikayete: nosotros también éramos 4, lo que pasa es quenuestro grupo es famoso internacionalmente por el AP que genera en masa (el humo sale de las orejas, y se puede percibir a kilómetros de distancia que ahí nos hallamos dándole al tarro); quizá estábamos espesos esa tarde, y quizá la próxima vez vayamos más rápidos, aunque no creo...

    Meeple negro: el Goa lo tengo fabricado; eso disminuye mucho la dificultad de encontrarlo por ahí y tener que pagar las sumas que piden por él (ni que fuera un Guerra del Anillo Cllector's Edition).

    Fueron cuatro días, en realidad. Y algo me dice que a partir de mañana empieza otra maratón... Y además enfermo y chorreando mocos, como dios manda.

    Nos leemos ;)

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  4. Qué peaso de finde! qué envidia, sobretó por q habéis jugao a juegazos como Luis XIV (me encanta), y Shangri-la. Qué jodido juegazo!

    Y tb comparto que el Condottiere es un juego mu apañao. Me has dao ganas de catarlo a 3...

    Saludos!

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