Otra minientrada polémica.
Este juego me ha gustado siempre. Lo he jugado unas cuatro veces, si no recuerdo mal (no lo puedo comprobar en BGG, por el mantenimiento ese en el que andan liados los americanos; es por eso que tampoco pongo fotos del juego, pues yo no lo tengo), y como soy tan raro, creo que lo que más me gusta es el temazo que destila. Por algún extraño motivo desconocido, desde siempre he sentido fascinación por la cultura egipcia, y no sé qué tiene su grafismo que me transporta a los ambientes imaginados por las novelas que he leído, los libros de divulgación que he estudiado y las películas sobre el tema que he disfrutado. Este imaginario personal contribuye en muchos aspectos de la vida de cada uno de nosotros, y en mi caso consigue que un juego abstractísimo como este destile ambientación y sensaciones desérticas/artísticas en cada partida.
Creo que es por eso que nunca me niego a echar una partida a este juego, cuando me lo proponen. Algo tiene que me engancha y me hace intentarlo otra vez para comprobar si no está tan jodidamente roto como me da la impresión siempre.
Admitámoslo, el juego es divertido. Casi hilarante. Lo que no sé es si lo pretende, pero está claro que en todas las partidas que he echado la frustración ha sido tan perra que no quedaba más remedio que reírse y dar la experiencia por contemplativa, dejando por tanto que los dioses hagan con nuestras miserables vidas lo que se les antoje y hagan que gane el que menos te esperas y que pierda miserablemente el que más partidas ha echado y que más y más cosas nuevas está probando (para ver si domina este torrente de despropósito y ruindad que es el juego en su aspecto más holístico).
Este fin de semana echamos una partida bucanan, la robopilingui, akuna y yo y nos quedamos la mar de agusto con la experiencia. Un poco con el culo de lao (como diría darko), pero contentos de habernos reído. Durante toda la partida iba ganando mi primo por casi goleada, subasta tras subasta (le pilló el truco, el maldito), pero en la tercera época (o riada, como se llame), bucanan parecía que nos iba a dejar tirados con sus peassos de fichas de apuesta. Sin embargo, y contra todo pronóstico, tras el recuento final ganó la robopilingui, cuando nadie había dado un duro por ella.
Para el que no lo sepa, este muy famosísimo juego del Doctor Knizia (hay que ver que no paramos de vender el curriculum de este tío, como para demostrar que hasta se puede ser inteligente y diseñar juegos de mesa) es un juego de subastas puro, casi sin adornos, con pocas mecánicas y que a veces te da la impresión de que necesitaría estar rodeado de un juego, para darle algo más de consistencia a la experiencia lúdica. Con todo, el desarrollo, aunque rápido, no resulta vacío ni parece faltarle nada. Salvo, eso sí, algo de coherencia. El turno de cada jugador consiste en decidir si inicia una apuesta voluntaria o si saca una ficha al azar de la bolsa negra. Las fichas que de este modo van saliendo van conformando un lote que va creciendo poco a poco y que termina subastándose cuando, o bien sale al azar una ficha de Ra, o bien alguien decide forzar una puja. Lo original es que para pujar tenemos tres fichas de Dios, de diversos valores, y que entregamos a centro del tablero si ganamos la puja, quedándonos no sólo con el lote subastado sino también con la ficha que había en el centro (procedente de la puja anterior) y que nos servirá para la siguiente época (pues ahora se pone bocabajo y no se puede usar en la actual).
Al final de cada época se realiza una puntuación parcial y se ganan puntos positivos o negativos, en función de unas reglas de mayoría. Al final de la tercera época, la puntuación es ligeramente diferente.
Suena bonito, ¿no? Pero la cosa no es tan ecuánime ni equilibrada, porque el juego se las trae. Aunque tengas una estrategia clara, está bastante aceptado que el juego hará por ti lo que le dé la gana y fastidiará tus planes. Si te hace falta sacerdotes grises, no saldrá ni uno y te comerás 5 puntos negativos al final de la época, y no te preocupes que cuando te quedes sin fichas para pujar y te quedes fuera de la ronda actual, los que queden se pondrán las botas porque de golpe saldrá un lote impresionante que los inflará a más no poder. En fin.
Yo definiría el juego como un juego de subastas táctico y caótico como pocos he jugado en mi vida. Comparado con él, el Resident Evil es un Ajedrez (en cuanto a azar).
No digo que sea malo. Pero si te lo compras, sé consciente de lo que estás adquiriendo: un arma horrenda cargada por el diablo del mundo de los dioses egipcios. Estás advertido...
Mi recomendación es pasar de él y pillarse un juego de subastas de verdad, como el Offrandes, el Evo, o alguno que implemente una subasta chula y divertida. No me malinterpretéis, me gusta un poco de caos en los juegos, al menos a veces. Pero para que el juego juegue por mí prefiero echar otro Resident Evil, en el que al menos puedo matar algún infectado de vez en cuando...
PD: buscando imágenes del juego que poner, he encontrado esta reseña bastante buena de la Sala de Juegos.
Para mi un juego caro por lo qué da y muy limitado. El mecanismo de subhastas es soso y al ser a una sola apuesta el faroleo, elemento esencial en la mecánica subhastera, está muy limitado.
ResponderEliminarEn mi caso si que creo que es malo: malo malo.
Se me olvidó contar lo de que es una subasta a una sola vuelta. Gracias por aclararlo (yo es que las reglas no las explico mucho porque pa eso te las lees y ya está). Aunque en este no funciona, en otros sí lo hace y hasta excelentemente, como en el Goa.
EliminarEn mi caso ya digo que no es que me parezca malo, sino desafortunado con la fortuna, jeje.
Por cierto que no conocía tu blog. Me lo voy a favoritizar, que algo de vuestra lengua conseguí aprender en el año y medio que viví en vuestra tierra ;)
Un saludo ;)
Este es uno del los clásicos que me queda por probar. A ver si puedo echarle un tiento.
ResponderEliminarA pesar de lo que digan, pruébalo sin prejuicios, que a mí me gustó bastante la primera partida. Y la segunda... Pero en la tercera ya me cagué en mi pena. Quizá tú le veas la gracia.
EliminarComo ya he dicho en alguna ocasión es un juego que no entiendo, que no disfruto, y que no me explico el porque de su fama.
ResponderEliminarLe he dado muchas oportunidades, incluso en la app, pero no lo veo.
Pues me alegro de no ser el único que lo encuentra horrendo en cuanto a resultados y a mecánicas. Si no fuera por ese grafismo tan conseguido... ni habría reseñado sobre él.
EliminarPues a mi sí que me convenció, es bonito gráficamente y su intención no es más que eso, ser un juego de subastas puro y duro...
ResponderEliminarSí, si ya digo que el juego no me parece malo. Esta reseña va un poco en el camino de llamar la atención sobre el hecho de que un juego tan caótico, incontrolable y sin pretensiones sea... tan famoso. Y eso en el contexto de un mundo lúdico con juegos de subastas mucho mejores. Tiene un halo de "profesionalidad" que no se equipara con el tipo de juego que es.
EliminarMe anoto tu blog, que no lo tenía en favoritos. Un saludo ;)
A mi me parece un juego muy bueno, divertido y de faroleo.....si, hay azar,,,,pero puedes controlarlo un poco...ademas se juega en 30 minutitos y hay piques para hechar otra partidita mas.....buen juego para introducir a gente en los juegos de mesa....a mi me ha funcionado......tiene un puesto en la bgg y fama más que merecido....como decía Calvo en su videoreseña del juego, fácil de aprender...difícil de controlar....
ResponderEliminarun saludo
Me alegro de que te guste. A mí también me parece ideal para iniciar a la gente en esto. En lo del puesto que ocupa en BGG y en la fama no voy a entrar, que eso es muy subjetivo y cada uno tiene su opinión.
EliminarYo más que difícil de controlar diría que es casi imposible, y que lo que hay que hacer con él es, como con la fuerza bruta, relajarse y disfrutar... ;)
Yo estoy con Kikaytete, aunque también es verdad que sólo lo he jugado una vez. No me pareció nada divertido. Aun así he estado apunto de comprarlo en varias ocasiones porque la gente habla maravillas de él y quería darle otra oportunidad. Un saludo
ResponderEliminarYo lo probaría más veces, Isra, que nunca se sabe si será tu tipo de juego. A nosotros nos ha resultado divertido, pero por lo absurdo del caos que tiene. Ya te digo que casi siempre gana el que menos te esperas, y por mucho que te esfuerces no es sencillo acabar en el lugar que esperabas.
EliminarUn saludo ;)
Solo he podido jugar un par de veces, pero es uno de esos que lo tengo en el punto de mira. A mi me parece bastante bueno el juego, y entiendo que tu también lo encuentras bueno , si no fuera por el caos.
ResponderEliminarMe da miedo esto que dices que fue a la tercera partida que te comenzó a no gustar, tendré que jugar otra vez, pero creo que continuará gustándome aun cuando el caos se apodere de la partida. Si llevo jugadas miles de partidas al 1000km, para que este me parezca caótico ( te lo recomiendo este último para tener una nueva medida de azar en un juego xD).
Si te ha gustado en las primeras partidas, no dejará de gustarte si lo sigues probando. A mí lo que me pasó es que ME DI CUENTA de que no iba a controlar el juego nunca, y que tenía que tomármelo como lo que es: un divertimento sin estrategia posible. Y yo, personalmente, para eso juego a otro que sí tenga estrategia y siga siendo divertido (tanto o más que este). Menos mal que hay muchos juegos...
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