Minireseñas veraniegas (I)

Pues nada, a contar un poco lo que hemos tenido oportunidad de jugar últimamente (desde la última vez que me digné a escribir):

1) Catacombs:

Tras descubrir esa obra maestra llamada Ascending Empires, sentí una hypeada necesidad de probar más Finger Flicking Games, lo cual he conseguido a medias. Uno de los pocos que he logrado probar, y gracias a Lethan, ha sido este. Aunque a mí me decepcionó un poco, he de reconocerlo. Lo que me gustó del Ascending fue la magistral mezcla de estrategia y habilidad manual, que lo empujaba a ser más allá de un juego tontuno de chapas a ser todo un juego estratégico y táctico como pocos. Este que nos ocupa no está mal. El tema es gracioso y la ejecución correcta. Pero mientras lo jugaba me dio la impresión de que no había mucho que decidir cuando te llegaba el turno, sino esforzarse en que las tiradas te salieran bien, y poco más. Además, el tema dungeon, para mi desgracia, me repele bastante, y si el juego no me engancha por sus mecánicas, poco me va a apasionar (no es así por ejemplo en el juego Dungeon Twister, que me parece toda una joya, por sesudo y temático a un mismo tiempo). Pero oye, le está gustando mucho a mucha gente. Algo debe de tener.

2) Prêt-à-Porter:

A Ignacy Trzewiczek llevo tiempo siguiéndolo desde que me encantó su 51st State, hasta el punto de que compré a ciegas su Stronghold (que aún, desgraciadamente, no he estrenado). Cuando salió este juego  sobre el apasionante mundo de la moda pasé completamente de él, por razones obvias, y luego lo retomé cuando leí por ahí varias reseñas que lo ponían como sesudo y muy entretenido. Hice un esfuerzo mental considerable por ignorar el tema y estuve buscándolo, pero una de las veces que bajé para visitar a los chicos de Lex Ludi Malacitana (gente de PM, ya lo digo y reitero desde aquí), Lethan tuvo la amabilidad de enseñármelo y tuve la oportunidad de saborear sus mecánicas. Este es de los primeros juegos en los que descubro asombrado que el tema me puede echar para atrás aunque reconozca la calidad de sus mecánicas. El juego no está nada mal. Es un euro clásico, sesudísimo, típico de comprar cartas, generar cubitos, usarlos para obtener productos elaborados y conseguir puntos de victoria, etc. Pero no me gustaron un par de detalles, y eso sumado al horrendo tema que lleva el bendito me convencieron para no gastarme los 35€ que cuesta y conseguí dejar espacio para otras maravillas lúdicas supuestas que algún día jugaré y reseñaré. Lo que no me gustó fue: de una parte, que me pareció lo mismito de siempre (conseguir cartitas, conseguir cubitos, trasformarlos, y esperar a que salga la exposición y enviar nuestros mejores diseños para que nos den puntos por ser los más chachis), y de otra parte, que lo vi supervengativo si cometías algún error al principio del juego (yo terminé el juego con menos dinero del que me dieron al principio, por lo que si llego a pasar todos los turnos sin hacer ABSOLUTAMENTE NADA, a lo mejor hasta quedo en mejor posición y de paso no me como tanto el tarro). Esto último no es que sea malo necesariamente, pero condena al juego a aprender a jugar después de varias partidas, y si hay que empezar un juego con gente novata sabiendo que van a quedar fatal y que sólo tras dos o tres partidas empezarán a entender el juego ¿qué vida lúdica le espera? Al menos en mi caso, con los grupos con los que juego, los juegos han de dejar buena sensación en la primera partida, o si no son quemados en la hoguera irremediablemente. Por tanto, y sólo según mi opinión, el juego tiene un problema y es su farragosidad, además de su escasa originalidad. Pero oye, que hay miles de jugones a los que les encanta esto. ¡¡A comprarlo!!

3) Mogel Motte:

Yo también voy a dar mi opinión al respecto de este juego (para que exista en la blogosfera un punto de vista diferente al malagueño ha ha ha ha, que siempre nos traen estos tíos juegos nuevos megahypeados cuyo epicentro reseñil es siempre Málaga). A mí me hizo gracia. Está bastante bien. Lo que ocurre es que soy muy malo en este juego y siempre me pillan haciendo trampas. Pero es completamente recomendable, eso sí, a bajo precio, porque el juego es un filler. Lo único que no me gusta de este tipo de juegos (personalmente, no me cansaré de repetirlo, para ser políticamente correcto), es que normalmente como son graciosetes, siempre se quiere echar dos o tres partidas en la misma sesión, y eso se come un tiempo que, para mi gusto, se podría dedicar a un juego más tocho y gratificante intelectualemente. Pero ojo, que no me importa probar fillers de vez en cuando, intercalados entre juegos de verdad a ser posible, he he he.

4) Mansiones de la Locura:

Juego megahypeado al que afortunadamente se le ha hecho justicia (en parte) en las diversas reseñas que he leído por ahí. Tenía muchas ganas de jugarlo desde que salió porque a la robopilingui y a mí nos encanta el Arkham Horror, jugado a dos y llevando cada uno dos personajes (si no es un rollo, creo yo). Un compañero de Córdoba tuvo la amabilidad de enseñárnoslo (aunque no a ella, afortunadamente), y he de decir que me resultó decepcionante a más no poder, pero al mismo tiempo me alegré muchísimo de no haberme gastado las perras en él a ciegas (como suelo hacer, por culpa de la compulsividad). A pesar de ser un juego de aventura y con Máster, me pareció tan tontuno y sencillo de jugar que no entendí varias cosas: cómo leches ha gustado tanto, cómo cojones vale tanto, y cómo nadie antes ha dicho en voz alta lo basura y aburrido que es. No es que sea estrictamente hablando un juego malo, sino que, joder, por mucho que se rolee la partida y ponga la gente de su parte, las mecánicas son mega-simples y las decisiones a tomar elementales y en ocasiones innecesarias. Y no me digáis que lo que hay que disfrutar es el ambiente y dejarse llevar, porque para eso me pongo un Dead Space o cualquier otro Survival Horror de la PS3 y lo flipo mucho más, sin tener que montar veintemil cartones y figuras en una mesa gigante. No sé sinceramente de qué modo hay que abordar este juego, pero lo que está claro es que no lo pienso jugar más. Y mira que cada vez me gustan más los temáticos y me atrae mucho el universo Lovecraft. Bueno, lo tacho de la lista y se acabó...

5) Acquire:

Un rollo decepcionante que nos enseñó Pablo y que dejamos a medias por no recuerdo por qué motivo. No es que sea malo ni nada eso; es que me recuerda demasiado a Shark y a otros juegos de bolsa, juegos que por cierto me han resultado más divertidos e interesantes. Quizá debería haber probado primero de todos a este. Ha llegado tarde y por eso ha quedado relegado al rincón de los juegos que esperan ser vendidos o cambiados...

6) Manhattan Project:

El juego polémico. Lo compré a ciegas en una tienda online francesa antes de que se empezara a oir hablar de él y desgraciadamente escuché en las CLBSK que era una caquita. Asustado, intenté preparármelo para probarlo la semana siguiente, para venderlo rápidamente antes de que se corriera la voz de que era un cagarro. Pero resulta que me gustó. Y quizá un poco bastante. Mira que es euro clásico y solitario multijugador (y yo cada vez huyo más de este tipo de juegos, decantándome cada vez más por los de interacción directa), pero tiene algunas cosas novedosas que me atraen. Sin ir más lejos la colocación de trabajadores, porque éstos se mantienen en su sitio, ocupándolo, hasta que su dueño decide o no lo queda más remedio que retirarlo. Y el tema, cómo no. Una carrera por fabricar la Bomba Atómica no puede dejar indiferente a un amante de la CF como yo. Pero por alguna extraña razón el juego no funcionó con casi nadie de las personas que lo probaron conmigo. Lo calificaron de mierda absoluta (salvo tres personas a las que sí les gustó). Y todo por ese final abrupto y seco que tiene, en el cual alguien puede terminar de construir la bomba cuando menos te lo esperas y manifestar "he ganado". Te quedas con cara de tonto, sí, pero ¿ya por eso el juego es un excremento? Pues nada, para ser consecuente y no acumular, decidí cambiarlo en la Mathtrade, y ahora espero que lo esté disfrutando otro grupo en su justa medida. Que alegres las tardes lúdicas de mucha gente, Mahattan...

7) Goa:

Ya lo he reseñado alguna vez, y jugado unas 6 veces desde que lo descubrí hace año y pico. Un correcto y divertido juego de subastas y gestión de marcadores, bastante decente y bueno, que me cautiva por la interacción que tiene. Eso sí, no es de los mejores juegos de subastas que he probado, ni de los mejores euros. Es que parece que desde su reedición está en un jodido pedestal de 300 metros de altura, mirándonos impasible desde casi las estrellas. Está bastante bien, pero no es para taaaaaaaanto...

8) Resident Evil Deck Building Game: Alliance:

La primera expansión del juego de construcción del mazo que más nos gusta por aquí (que no digo que sea el mejor, si no que que más divertido nos parece). Hemos tardado mucho en estrenarlo, pero por fin lo logramos. Y ha sido para mí una pequeña decepción, porque no aporta nada nuevo que me guste y, encima, lo vuelve más caótico de lo que ya es el juego base. Me veo obligado a, sencillamente, usar sus cartas de acción pero no aplicar las nuevas reglas, porque los eventos que obliga a meter en el mazo de mansión descompensan tela la cosa. Aunque aún no hemos probado lo de usar un compañero de tu personaje en la partida (es que pinta que lo va a poner todo más caótico si cabe; maldita manía de descontrolar las cosas). Hay que seguir probándolo.

Hasta aquí la primera parte de los juegos que hemos probado este verano. El próximo día que tenga ganas de escribir, más. Un saludo a todos. Y no dejéis de despotricar, que es lo más sano para el bolsillo he he he.