Continuación breve del Festival de Córdoba, en el que tan bien nos lo pasamos con tan grata compañía.
Más juegos que pudimos probar fueron:
7) UNANIMO:
Se trata de un party game en el que nos enroló Pablo, con una premisa supuestamente divertida pero al parecer copiada vilmente de un juego social ya existente (como ocurre con algunos partys, que sacan pasta de algo que es popular y que en ocasiones no necesita de un juego comercializado delante para poder jugarlo). La cosa va de que todo el mundo, papel y lápiz en mano, al descubrirse una carta con un dibujo en el centro de la mesa, debe escribir ocho palabras genéricas que recuerden a la imagen mostrada. Después de un tiempo definido y de escritas las palabras, por orden de turno los participantes deben ir leyendo uno a uno los conceptos que han puesto y se ganan tantos puntos con cada uno como personas hayan coincidido poniendo la misma palabra. Vamos, una variante del Dixit. Y como es natural, a mí se me dio fatal, porque mi naturaleza rebuscada, mi obsesión por retorcer todo y buscar el humor más insano en los giros de la vida, me hizo poner palabras raras y que me harían quedarme solo en su referencia. Ejemplo muy visual: ante un dibujo de jirafa recuerdo que puse, entre otras: excrementos, polla y cosas así; nos reímos mucho, sí, pero no gané apenas puntos, porque todo el mundo (como bien indican las reglas) se limitó a poner animal, cuello, manchas, zoo, etc (lo cual, para mí, convierte la experiencia en aburrida y previsible). En fin, supongo que debe estar bien pero yo no acerté ni una y me quedé solo en los conceptos que me evocaba el animal. Y es que siempre me pasa que cuando creo que una actividad se refiere a algo creativo, luego resulta que no, que sólo exige dar de sí lo obvio y lo esperable. Pues bien, qué divertido...
8) LIBERTALIA:
Fue muy triste, pero al parecer este jueguito entretenido y caótico (al menos con 6 jugadores) fue según los que me rodeaban quizá lo mejor que habíamos probado por allí en todo el Festival. A mí me pareció curioso, pero ni original ni interesante (me refiero para mi gusto). Se trata de un juego sobreproducido hasta decir basta, de cartas (con tableros inútiles y con tan sólo unos tokens necesarios que justifican en parte el cartón invertido), que allí compararon mucho con Ciudadelas pero al que yo sólo vi el parecido en que ambos son juegos de cartas que se venden en tiendas que venden juegos de cartas... Los jugadores participantes poseen todos las mismas cartas de rol de partida, y el juego consiste en jugar cada uno una carta en mitad de la mesa, en secreto, luego revelarlas todas a la vez, aplicar los efectos, fastidiar todo lo posible, para que después los que sobrevivan puedan ir eligiendo en orden de rol el/los token/s que están disponibles para la ronda en curso. Tras tres rondas grandes (en las que hay algún que otro combo, objetivos resueltos, puteo entre los personajes de los jugadores) los jugadores obtienen puntos de victoria (que es el dinero que se van ganando a lo largo del juego) y gana el que más haya acumulado.
Ya digo que a mí no me pareció gran cosa, aunque he de reconocer que al parecer a 6 no funciona igual de bien y no vi todo su potencial. Habría que probarlo a 4 jugadores (o a 3, como me dijo Chemo) para controlar un poco más la situación y sacarle más provecho tácticamente. Funcionar funciona, no digo que no, pero a mí me pareció uno más, y además caro (aunque después de haber gastado tanto en otros juegos que no salen a mesa tanto como debieran quizá no tenga sentido esto que digo... Ah, sí, sí lo tiene, porque esos juegos en los que me gasté la pasta SON buenos y originales).
9) LAS LEYENDAS DE ANDOR:
Una de las noche jugamos a este juego de Devir que estaban enseñando los chicos de Lex Ludi Malacitana. Se trata de un cooperativo que ha generado bastante expectación por ser el primer diseño publicado del famoso ilustrador Michael Menzel. Tenía algunas esperanzas puestas en él, porque los cooperativos normalmente me gustan bastante (aunque a la hora de la verdad piense que realmente hay pocos cooperativos bien diseñados y que funcionen bien), pero este no es el caso. Más allá de la belleza del tablero y demás ilustraciones del juego, creo que a ninguno de los presentes nos fascinó por sus mecánicas ni por la originalidad del diseño. Es desgraciadamente un juego demasiado familiar para mí y que no aporta nada nuevo que no se haya visto en decenas de cooperativos ya existentes en el mercado. Se le achaca esta mala impresión en la primera partida por el modo tutorial que trae el juego, ya que el primer escenario es de aprendizaje y resulta tan simplón y dirigido que los jugadores no se sienten que estén tomando apenas decisiones ni generando el debate y la discusión que a mí me gusta en este tipo de juegos. Y desafortunadamente, no creo que eso mejore con los siguientes escenarios, porque las mecánicas básicas ya las vimos en ese primero y no despertaron en absoluto mi curiosidad. "Tú te quedas aquí, ¿no?"; "Sí, yo me quedo y me encargo de que este monstruito no entre en el castillo mientras vosotros lleváis el papiro a su destino...". Todo muy mecánico y previsible, sin dar pie a la controversia, la discusión ni la ambigüedad. Funcionará con determinado público, pero no conmigo. Una pena. Y también una suerte, al haberlo podido probar antes de comprarlo.
10) PELOPONNES:
Nada más conocer a Kikaytete y a la gente detrás de Propongo un Juego (y reencontrarme con la parejita jugona) propuse este juego que, sin estar muy seguro de que triunfaría como yo esperaba sí consiguió que echáramos una partida todos juntos a algo no muy pesado y que funcionara. Después de veintitantas partidas al juego comprobé horrorizado que iba a quedar el último, con diferencia, por uno o varios errores garrafales cometidos tontamente a lo largo de la partida. Enorme rejugabilidad, eso es lo que propicia ese tipo de situaciones, creo yo. Es de los pocos juegos que no me canso de jugar...
11) OFFRANDES:
Repetimos juego de subastas, casi con la misma gente, con este juego que logro sacar a mesa muy de vez en cuando a mi pesar. Está muy chulo, sobretodo por ser bastante agresivo: cuesta mucho trabajo conseguir los lotes que te hacen TANTA falta y ello conlleva que las subastas se vuelvan tan duras como es conocido. La verdad es que en ese sentido no he jugado a otro juego de pujas tan jodido como este. Más completos y mejores por supuesto. Pero tan difíciles...
12) BOOMTOWN:
Y un tercer juego de subastas, prácticamente con las mismas personas, que ya se reían al verme sacar OTRO de pujas (y es que resulta que a mí esta mecánica es de las que más me gustan, cuando al principio por el contrario no la soportaba). En este caso, el juego tiene algo de azar y la verdad es que está muy bien implementado ese aparente caos, resultando bastante divertido y entretenido de jugar. Se sacan tantas cartas como jugadores al centro de la mesa (de una pila común) y se subasta el orden de elección de esas cartas. El que gane, por tanto, la puja, elige primero, luego el que está a su izquierda, luego el de su izquierda, etc, hasta que se han cogido todas. El dinero de la puja (otro elemento original) se paga al que está sentado a la derecha (y sólo paga el que ha ganado la puja, no los que después cogerán carta cuando les llegue su turno). Después hay una fase de producción en la que las cartas ganadas (minas) producen recursos (dinero), si tras tirar un par de dados el número obtenido coincide con su número de producción. Un juego interesante y agradable de jugar, barato y apto para todos los públicos. Ah, y es de Faidutti, ese hombre tan odiado, lo cual jamás lo entenderé, teniendo juegos tan buenos e interesantes como ese Mission: Red Planet y Ciudadelas, por ejemplo.
13) LEVEL 7 [ESCAPE]:
Me pillé este juego una semana antes del Festival y ni de coña me imaginaba que lo estrenaría en el evento, principalmente porque las reglas no están traducidas y para que yo me las estudie ne inglés necesito bastante tiempo. Afortunadamente, Lethan, al que le atraía el juego tanto como a mí, se ofreció a leérselas y pudimos probarlo durante las jornadas, lo cual nos dejó una idea aproximada de cómo el juego es. Y digo aproximada porque las reglas están tan mal redactadas que dejan muchos flecos sueltos y lagunas interpretativas que conviene consultar (BSK, BGG, al propio autor, etc). Aún no he podido leérmelas y no puedo valorarlas por mí mismo, pero cuando lo haga intentaré arrojar luz sobre el asunto. La partida que hicimos me resultó rara por varios motivos: por las dudas, pero sobretodo porque me dio la impresión de que el juego era más simple de lo que me había imaginado: un survival horror en el que lo único que había que hacer es correr como un loco buscando la salida del tablero (un ascensor en el primer escenario), evitando que los numerosos guardias y aliens que nos iban saliendo a las espaldas nos cogieran y nos zurraran de lo lindo. La premisa, sin embargo, es interesante, porque el juego posee 7 escenarios consecutivos en los que, al parecer, vamos subiendo niveles en el complejo en el que nos despertamos al principio, siendo el objetivo salir de allí de un modo cada vez más retador y enloquecido. Espero sinceramente que los escenarios mejoren la experiencia de juego y que resulte más sesudo y divertido que la impresión que me dio en esa partida. Por tanto, aún no sé si me resulta recomendable...
Y hasta aquí la entrada por hoy. En la próxima finiquitamos la minicrónica festivalera...
Más juegos que pudimos probar fueron:
7) UNANIMO:
Se trata de un party game en el que nos enroló Pablo, con una premisa supuestamente divertida pero al parecer copiada vilmente de un juego social ya existente (como ocurre con algunos partys, que sacan pasta de algo que es popular y que en ocasiones no necesita de un juego comercializado delante para poder jugarlo). La cosa va de que todo el mundo, papel y lápiz en mano, al descubrirse una carta con un dibujo en el centro de la mesa, debe escribir ocho palabras genéricas que recuerden a la imagen mostrada. Después de un tiempo definido y de escritas las palabras, por orden de turno los participantes deben ir leyendo uno a uno los conceptos que han puesto y se ganan tantos puntos con cada uno como personas hayan coincidido poniendo la misma palabra. Vamos, una variante del Dixit. Y como es natural, a mí se me dio fatal, porque mi naturaleza rebuscada, mi obsesión por retorcer todo y buscar el humor más insano en los giros de la vida, me hizo poner palabras raras y que me harían quedarme solo en su referencia. Ejemplo muy visual: ante un dibujo de jirafa recuerdo que puse, entre otras: excrementos, polla y cosas así; nos reímos mucho, sí, pero no gané apenas puntos, porque todo el mundo (como bien indican las reglas) se limitó a poner animal, cuello, manchas, zoo, etc (lo cual, para mí, convierte la experiencia en aburrida y previsible). En fin, supongo que debe estar bien pero yo no acerté ni una y me quedé solo en los conceptos que me evocaba el animal. Y es que siempre me pasa que cuando creo que una actividad se refiere a algo creativo, luego resulta que no, que sólo exige dar de sí lo obvio y lo esperable. Pues bien, qué divertido...
8) LIBERTALIA:
Fue muy triste, pero al parecer este jueguito entretenido y caótico (al menos con 6 jugadores) fue según los que me rodeaban quizá lo mejor que habíamos probado por allí en todo el Festival. A mí me pareció curioso, pero ni original ni interesante (me refiero para mi gusto). Se trata de un juego sobreproducido hasta decir basta, de cartas (con tableros inútiles y con tan sólo unos tokens necesarios que justifican en parte el cartón invertido), que allí compararon mucho con Ciudadelas pero al que yo sólo vi el parecido en que ambos son juegos de cartas que se venden en tiendas que venden juegos de cartas... Los jugadores participantes poseen todos las mismas cartas de rol de partida, y el juego consiste en jugar cada uno una carta en mitad de la mesa, en secreto, luego revelarlas todas a la vez, aplicar los efectos, fastidiar todo lo posible, para que después los que sobrevivan puedan ir eligiendo en orden de rol el/los token/s que están disponibles para la ronda en curso. Tras tres rondas grandes (en las que hay algún que otro combo, objetivos resueltos, puteo entre los personajes de los jugadores) los jugadores obtienen puntos de victoria (que es el dinero que se van ganando a lo largo del juego) y gana el que más haya acumulado.
Ya digo que a mí no me pareció gran cosa, aunque he de reconocer que al parecer a 6 no funciona igual de bien y no vi todo su potencial. Habría que probarlo a 4 jugadores (o a 3, como me dijo Chemo) para controlar un poco más la situación y sacarle más provecho tácticamente. Funcionar funciona, no digo que no, pero a mí me pareció uno más, y además caro (aunque después de haber gastado tanto en otros juegos que no salen a mesa tanto como debieran quizá no tenga sentido esto que digo... Ah, sí, sí lo tiene, porque esos juegos en los que me gasté la pasta SON buenos y originales).
9) LAS LEYENDAS DE ANDOR:
Una de las noche jugamos a este juego de Devir que estaban enseñando los chicos de Lex Ludi Malacitana. Se trata de un cooperativo que ha generado bastante expectación por ser el primer diseño publicado del famoso ilustrador Michael Menzel. Tenía algunas esperanzas puestas en él, porque los cooperativos normalmente me gustan bastante (aunque a la hora de la verdad piense que realmente hay pocos cooperativos bien diseñados y que funcionen bien), pero este no es el caso. Más allá de la belleza del tablero y demás ilustraciones del juego, creo que a ninguno de los presentes nos fascinó por sus mecánicas ni por la originalidad del diseño. Es desgraciadamente un juego demasiado familiar para mí y que no aporta nada nuevo que no se haya visto en decenas de cooperativos ya existentes en el mercado. Se le achaca esta mala impresión en la primera partida por el modo tutorial que trae el juego, ya que el primer escenario es de aprendizaje y resulta tan simplón y dirigido que los jugadores no se sienten que estén tomando apenas decisiones ni generando el debate y la discusión que a mí me gusta en este tipo de juegos. Y desafortunadamente, no creo que eso mejore con los siguientes escenarios, porque las mecánicas básicas ya las vimos en ese primero y no despertaron en absoluto mi curiosidad. "Tú te quedas aquí, ¿no?"; "Sí, yo me quedo y me encargo de que este monstruito no entre en el castillo mientras vosotros lleváis el papiro a su destino...". Todo muy mecánico y previsible, sin dar pie a la controversia, la discusión ni la ambigüedad. Funcionará con determinado público, pero no conmigo. Una pena. Y también una suerte, al haberlo podido probar antes de comprarlo.
10) PELOPONNES:
Nada más conocer a Kikaytete y a la gente detrás de Propongo un Juego (y reencontrarme con la parejita jugona) propuse este juego que, sin estar muy seguro de que triunfaría como yo esperaba sí consiguió que echáramos una partida todos juntos a algo no muy pesado y que funcionara. Después de veintitantas partidas al juego comprobé horrorizado que iba a quedar el último, con diferencia, por uno o varios errores garrafales cometidos tontamente a lo largo de la partida. Enorme rejugabilidad, eso es lo que propicia ese tipo de situaciones, creo yo. Es de los pocos juegos que no me canso de jugar...
11) OFFRANDES:
Repetimos juego de subastas, casi con la misma gente, con este juego que logro sacar a mesa muy de vez en cuando a mi pesar. Está muy chulo, sobretodo por ser bastante agresivo: cuesta mucho trabajo conseguir los lotes que te hacen TANTA falta y ello conlleva que las subastas se vuelvan tan duras como es conocido. La verdad es que en ese sentido no he jugado a otro juego de pujas tan jodido como este. Más completos y mejores por supuesto. Pero tan difíciles...
12) BOOMTOWN:
Y un tercer juego de subastas, prácticamente con las mismas personas, que ya se reían al verme sacar OTRO de pujas (y es que resulta que a mí esta mecánica es de las que más me gustan, cuando al principio por el contrario no la soportaba). En este caso, el juego tiene algo de azar y la verdad es que está muy bien implementado ese aparente caos, resultando bastante divertido y entretenido de jugar. Se sacan tantas cartas como jugadores al centro de la mesa (de una pila común) y se subasta el orden de elección de esas cartas. El que gane, por tanto, la puja, elige primero, luego el que está a su izquierda, luego el de su izquierda, etc, hasta que se han cogido todas. El dinero de la puja (otro elemento original) se paga al que está sentado a la derecha (y sólo paga el que ha ganado la puja, no los que después cogerán carta cuando les llegue su turno). Después hay una fase de producción en la que las cartas ganadas (minas) producen recursos (dinero), si tras tirar un par de dados el número obtenido coincide con su número de producción. Un juego interesante y agradable de jugar, barato y apto para todos los públicos. Ah, y es de Faidutti, ese hombre tan odiado, lo cual jamás lo entenderé, teniendo juegos tan buenos e interesantes como ese Mission: Red Planet y Ciudadelas, por ejemplo.
Farko flipándolo con el azar del juego (yo creo que le encantó ese descontrol sobre sus minas). |
13) LEVEL 7 [ESCAPE]:
Me pillé este juego una semana antes del Festival y ni de coña me imaginaba que lo estrenaría en el evento, principalmente porque las reglas no están traducidas y para que yo me las estudie ne inglés necesito bastante tiempo. Afortunadamente, Lethan, al que le atraía el juego tanto como a mí, se ofreció a leérselas y pudimos probarlo durante las jornadas, lo cual nos dejó una idea aproximada de cómo el juego es. Y digo aproximada porque las reglas están tan mal redactadas que dejan muchos flecos sueltos y lagunas interpretativas que conviene consultar (BSK, BGG, al propio autor, etc). Aún no he podido leérmelas y no puedo valorarlas por mí mismo, pero cuando lo haga intentaré arrojar luz sobre el asunto. La partida que hicimos me resultó rara por varios motivos: por las dudas, pero sobretodo porque me dio la impresión de que el juego era más simple de lo que me había imaginado: un survival horror en el que lo único que había que hacer es correr como un loco buscando la salida del tablero (un ascensor en el primer escenario), evitando que los numerosos guardias y aliens que nos iban saliendo a las espaldas nos cogieran y nos zurraran de lo lindo. La premisa, sin embargo, es interesante, porque el juego posee 7 escenarios consecutivos en los que, al parecer, vamos subiendo niveles en el complejo en el que nos despertamos al principio, siendo el objetivo salir de allí de un modo cada vez más retador y enloquecido. Espero sinceramente que los escenarios mejoren la experiencia de juego y que resulte más sesudo y divertido que la impresión que me dio en esa partida. Por tanto, aún no sé si me resulta recomendable...
Y hasta aquí la entrada por hoy. En la próxima finiquitamos la minicrónica festivalera...
El Libertalia, sin haber jugado pero habiéndolo explicado millones de veces, la verdad que no me da muy buenas sensaciones. Y como dices, es un sablazo pirata bien gordo; 40 pavos por 6 mazitos de cartas y unos cuantos tokens.
ResponderEliminarEl Unanimo a mí si me resultó divertido, y aunque se ponían muchas cosas típicas también había palabrejas raras. Yo me divertí un buen rato.
El Andor... a ver si probamos las próximas leyendas y podemos dar veredicto final, porque a mí si me dejo con ganas de más, aunque es cierto que está orientado por completo a un público familiar.
Y el Level 7 a ver si aclaramos esas dudas, porque la idea del juego es muy buena y es una pena que luego no tenga un buen desarrollo.
El viernes nos vemos :D
Eso, a ver a qué rarezas extrañas jugamos. Yo llevo ya, por el momento, un Terra Evolution que me ha gustado, sorprendentemente...
EliminarBuena crónica.
ResponderEliminarA mi el Pelopones que nos enseñaste me gusto mucho, a pesar de que los de subastas no me llaman, pero el sistema de este juego me gusto, y te da muchas opciones tácticas, mas allá de las de otros tipos de subastas.
El otro que probé fue el Libertalia, a cinco, y me gusto mucho. Tanto que me lo compre a pesar del precio, pero tengo que probarlo a tres que me comento Chemo que se controla mas.
¿A 5 tiraba bien el Libertalia, sin sensación de Caos? Interesante.
EliminarMe alegro de que te gustara el Peloponnes.
Un saludo ;)
Buen diita que os metistéis!
ResponderEliminarEl Libertalia para mí ha sido la sorpresa del Festival. Tpco diré ahora q me parece un juegazo, porq no me lo parece, pero sí un juego decente/mu apañao. Y ojo, q tb digo q está megaproducido. Como tantos! Libertalia no debiera llevar tablero, y valer 18-23 euros.
Me ha hexo gracia lo de las subastas xDDD yo no las puedo ver! aborrezco esa mecánica, pero mira, leyéndote he pensao "quien sabe, iwal dentro de un tiempo me gustan", pero no sé... ya he catao muchas cosas de subastas y nanay de la china :(
Por cierto, nos vemos el viernes verdad? llevaré el Cambria. Echa el Sumeria, que en cuanto entre por la puerta me voy pa ti pa romper "la maldición" xDDD
Jajajja, todavía me cuesta creer que juguemos de una vez en la misma mesa. Dicen por ahí que la sinergia de nuestros lloros implosionará el Universo, así que habrá que llevarse botas de agua...
EliminarA mí las subastas al principio no me gustaban, pero con el tiempo, desde que busco la interacción en los juegos, me llaman cada vez más. Y hay tantos y tan buenos juegos con esa mecánica... y algunos de tu Knizia :(
Hasta el viernes.
Coincido contigo en que le libertalia fue de lo mejorcito que probé en el festival si ser nada del otro mundo.
ResponderEliminarLas leyendas de Andor estuve a punto de probarlo pero me daba una pereza horrible y no tenia pinta de que me fuera a gustar.
Un saludo!
Ey, a ver si en la próxima compartimos mesa, leñe.
EliminarUn abrazo ;)
Me están entrando ganas de probar el libertalia, parece que ha gustado mucho.
ResponderEliminarMe has quitado un poco el hype del andor pero lo mismo es que probaste un escenario flojo. Tengo mis dudas entre cual es mejor: ¿¿señor de los anillos o leyendas de andor??
De lo demás el que me parece curioso es el peloponne, habrá que catarlo
El Libertalia puede gustarte o parecerte flojete, quién sabe. Depende de lo exigente que seas (yo mucho ahora mismo, al parecer).
EliminarA mí me gustó más El Señor de los Anillos de Knizia que Andor, y eso que me resultó de los más flojos que he probado en plan cooperativo. El Andor a mí no me llenó (y me encantan los cooperativos, como digo, que no soy de los que los aborrecen, como tantos jugones por ahí...).
El Peloponnes es un crimen que no lo hayas jugado aún :( A ver si nos vemos no muy tarde y te lo enseño...
Peloponnes rules! Hoy me ha llegado el mío, con sus expansiones y todo.
ResponderEliminarQué suerte. Descubrir el Peloponnes tan recientemente y poder disfrutar con su descubrimiento, jeje.
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